A la hora de hacernos con una caldera, una de las opciones más interesantes es la de optar por una caldera de condensación, puesto que pese a que tienen un mayor coste, van a permitir un mayor ahorro energético lo que se va a traducir en una factura del gas bastante más reducida, lo que a la larga beneficiará a nuestro bolsillo.
Unas calderas con las que podemos calentar nuestro hogar y obtener agua caliente sanitaria al mismo tiempo y sin realizar un gran consumo energético. Un tipo de caldera que además es el único que se puede fabricar desde el 26 septiembre de 2015 en función de la Directiva Ecodesing 2009/125/EC (ErP Directive). Pero llegados a este punto, vamos a ver cuales son las características que este tipo de calderas y cuales son los puntos a destacar.
Según esta directiva el consumo de energía debe reducirse en un 20%, incrementándose la cuota de energías renovables en un 20%, con una fecha límite en el horizonte fijada para el año 2020. Una normativa que se refiere a Calderas, Acumuladores, Bombas deCalor, Cogeneración y Combinación de Productos.
En primer lugar vamos a hacer mención al funcionamiento de este tipo de calderas y es que su mayor optimización se debe a que aprovechan la energía proveniente del vapor de agua al calentar el agua a una temperatura máxima de entre 60 y 70 grados, bastante por debajo de los 90 grados que logran las calderas normales.
Básicamente se basa en reutilizar la energía de los gases de escape, lo que permite que con este tipo de calderas se mejore el rendimiento en un 109%, por encima de las mejoras que podemos obtener con las calderas convencionales.
Una vez tenemos decidido que vamos a optar por una caldera de condensación, esta podrá hacer uso para la distribución del calor bien de sistemas de calefacción por radiadores o bien de otros que van bajo el suelo (suelos radiantes que distribuyen el calor por todo el hogar), que ya usaremos según las circunstancias de cada piso.
Mejoras que permite una caldera de condensación
Hemos visto que hay una disminución del consumo, lo que se traduce en un ahorro de hasta el 25% con respecto a una caldera tradicional. De esta forma bien sea para el uso individual o para gestionar la calefacción de edificios o instalaciones vamos a lograr disminuir la factura.
Además los sistemas que usan permiten una menor contaminación sonora, dejando a un lado los ruidos que generan las calderas y calentadores tradicionales. Esto es posible por un lado gracias a su sistema de combustión, con menores emisiones de Co2 y por otro lado por la mejor construcción de la caldera, mejor insonorizada que otros modelos.
Y con la contaminación sonora, igualmente son más respetuosas con el medio ambiente**, puesto que emite gases menos contaminantes y las emisiones de Co2 que lanza, como ya hemos dicho, son más reducidas por el método de combustión y por su mejor consumo de energía.
Además y siendo un poco egoístas, nuestro bolsillo también se puede ver beneficiado a la hora de comprar una de estas calderas, puesto que en aras de modernizar el parque de calderas, las autoridades establecen programas periódicos que incentivan a los usuarios a cambiar las calderas antiguas por estos otros modelos.
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