Winter is coming como dirían en Ivernalia. Y que mejor que prepararse para las bajas de temperatura con paneles calefactores de pared. Un dispositivo que conectamos a la red eléctrica que además de calentar nos permite ahorrar energía.
Los paneles calefactores de pared permiten un ahorro considerable en el consumo eléctrico, llegando hasta un 50% en algunas ocasiones si lo comparamos con otras alternativas como braseros. Pero también aportan un extra se seguridad, ideal para niños y mascotas.
Pero vayamos a las características. Normalmente son paneles cuadrados de medio metro cada lado y pocos centímetros de grosor. Cada panel suele calentar una habitación de 10 m2 sin problema, necesitando un segundo panel sólo en zonas con climas excesivamente fríos.
Gracias a la convección el interior del panel genera, entre él y la pared, el 90% del calor. Ese calor crea una corriente de aire que se eleva y "cae" calentando toda la habitación. La parte externa por su parte sólo irradia un 10% de calor.
Una gran alternativa para cualquier parte de la casa pero sobre todo en zonas donde los niños estén más tiempo como la sala de estar o su habitación. Pudiéndose instalar en cualquier pared, a unos 15 o 20cm de altura, a excepción de aquellas que son muros exteriores o ni debajo de ventanas.
En el mercado hay varias opciones. Los precios suelen ser muy similares estando entre los 400 euros, en función del tamaño y potencia. Además se pueden pintar por lo que podemos integrarlos mejor a la estética de la habitación.
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