Puede que en algún momento te haya sorprendido un apagón eléctrico. Te habrán salido palabras de la boca que ni siquiera sabías que existían si te ha cortado el trabajo en el PC o te has quedado preparando la comida a medias. Para evitar estas situaciones en la medida de lo posible, puedes usar un SAI en casa.
SAI es el acrónimo de "Sistema de Alimentación Ininterrumpida" o lo que es lo mismo y en inglés, "Uninterruptible Power Supply" o "UPC". Un dispositivo que funciona a modo de batería cuya función principal es servir de alimentación a los dispositivos que tenga conectados ante un posible apagón o problema con la red eléctrica.
SAI: tipos y modelos
Podemos ver el SAI como una especie de batería de emergencia. El SAI se encarga de ofrecer energía eléctrica en momentos donde la red deja de proporcionarla por diversos motivos gracias a que hacen uso de una circuitería interior y baterías internas donde almacenan la energía que liberarán cuando sea necesario.
Antes de seguir, hay que distinguir un SAI de un AVR o regulador de voltaje, aunque algunos SAI incorporan esta función: Existen tres tipos diferentes según su forma de funcionamiento: off-line, in-line y on-line.
- SAI off-line: el más habitual para los hogares es el SAI off-line, un modelo que se encarga de recibir alimentación de la red eléctrica y almacenarla en una batería interior que se usa para generar suministro eléctrico en el momento de que surja algún problema.
- SAI in-line: por su parte, los SAI in-line (line interactive) mejoran la seguridad frente a los anteriores. Estos incorporan un regulador de voltaje (AVR). Con este sistema se eliminan las fluctuaciones de forma que nos aseguramos que nos llegue una corriente fija.
- SAI on-line: el tercer tipo son los SAI on-line. Este modelo cuenta con un sistema que protege más frente a posibles problemas con el suministro eléctrico. Podríamos decir que son la opción ideal, pues protegen y ofrecen un rendimiento muy bueno, ideal para equipos delicados (servidores de internet, instalaciones de telecomunicaciones...). El problema es que su desgaste es mayor pues su batería están continuamente trabajando para ofrecer siempre una corriente estable.
Qué mirar antes de comprar un SAI
Un SAI tiene por objetivo proteger los dispositivos de casa frente a posibles caídas de suministro, picos de tensión, caídas de tensión... Y aunque en casa ya contamos en la instalación eléctrica con sistemas como diferenciales y magnetotérmicos que nos protegen frente a fallos de la red eléctrica, no estamos exentos de sufrir otros tantos... y aquí entran los SAI.
A la hora de comprar un SAI podemos optar por los de tipo off-line, los más económicos. Podemos usarlos para instalaciones básicas donde la corriente es estable con dispositivos que no necesiten demasiada protección. Los de tipo on-line se suelen usar para complejas instalaciones informáticas mientras que los in-line, más silenciosos, son ideales para usar en casa. Y dicho esto ¿qué hay que mirar al comprar un SAI?
Potencia
Lo primero es calcular la potencia que vamos a necesitar. Al comprar un SAI veremos que en sus especificaciones aparecen dos valores normalmente: uno se refiere a los vatios (W) y otro a los voltios-amperios(VA). Ambos hacen referencia a la potencia máxima que serán capaz de generar.
Tenemos que buscar uno que ofrezca una potencia acorde a nuestras necesidades. Si tenemos que alimentar un dispositivo que por ejemplo consume 500 vatios tendremos que buscar un SAI que cuente al menos con esa potencia y lo ideal es que sea mayor o no podremos usarlo para los fines que queremos.
Aquí entran en relación los vatios y los voltios-amperios. Y para poder pasar de unos a otros nos serviremos del Coseno de fi que es la relación existente entre el desfase entre la corriente y la tensión. De esta forma podríamos establecer la siguiente relación 1 vatio = 1 voltios-amperios x Coseno fi.
Aproximadamente, dicho valor suele estar entre 0,6 y 0,7. Luego para un SAI cuya potencia en VA sea de 500 tendremos una potencia máxima en W de 300 o 350 vatios respectivamente.
Con estos cálculos se trata de tener bien claro qué dispositivos vamos a conectar. Sumamos los vatios que consumirán y elegimos un SAI con una potencia en VA que debe ser superior a la que vamos a necesitar.
Autonomía
Llegados a este punto podemos mirar cuánto dura la batería de un SAI. Aunque en las instrucciones suele aparecer un valor, este es cómo la autonomía de otros aparatos, que depende del uso que hagamos. A más aparatos conectados o más potencia requerida, el SAI podrá funcionar durante menos tiempo.
Podemos buscar modelos que ofrezcan una mayor autonomía, aunque lo normal es que nos permite el uso durante unos 10 o 15 minutos para salvar aquellos que estemos haciendo. Debemos tener en cuenta que a más aparatos conectados, menos tiempo de autonomía vamos a a tener.
Conexiones
Lo primero es buscar un SAI que cuente con las conexiones necesarias. Esto se traduce en que si queremos conectarle tres aparatos, lo ideal es que busquemos un SAI que por lo menos tenga tres tomas o incluso más.
Además puede ser interesante comprobar las conexiones extras que incluye. Junto a los conectores básicos que son "Schuko" (los usados para entornos domésticos, el enchufe de casa) o "IEC" (para entornos industriales) y los conectores (entrada y salida) RJ11 para proteger los dispositivos telefónicos.
Igualmente podemos **comprobar si incluye un puerto USB o una entrada de red que nos permita, en caso necesario y a través de un software, estar en contacto con el SAI y conocer en todo momento su estado para ser capaz de apagar el equipo automáticamente en caso de sufrir un corte del suministro eléctrico, sin necesidad de que el usuario interactúe.
Además, existen otros aspectos que podemos estudiar. Si lo vamos a usar en casa, en habitaciones en las que solemos hacer vida, es importante que sea silencioso para que no perturbe las horas de descanso. Además, podemos mirar si incluye una pantalla para consultar información sobre el funcionamiento.