Llega el calor y ya hemos visto cómo podemos protegernos de las altas temperaturas, usando toldos de todo tipo. Pero más allá de los clásicos, los de tela que todos conocemos, también podemos aprovechar el toldo para generar energía.
Los toldos fotovoltaicos son sistemas que se basan en el uso de una estructura que combina la funcionalidad de un toldo tradicional con la capacidad de generar electricidad a través de paneles solares integrados en su diseño. Se trata de sistemas 2 en 1, puesto que, a la vez que nos protegen del sol, también sirven como un elemento más de autoconsumo.
Un giro de tuerca al toldo clásico
Los todos fotovoltaicos se basan en el empleo de paneles solares adaptados que capturan la energía solar y la convierten en electricidad utilizable, que luego puede ser utilizada para alimentar dispositivos eléctricos o ser enviada a la red eléctrica. La particularidad es que las células fotovoltaicas se integran en un textil.
Es su integración en un tejido en lugar de usar los clásicos paneles rígidos, lo que permite que pueda adaptarse fácilmente a distintas situaciones y necesidades de cada usuario. Así, un toldo fotovoltaico puede extenderse, plegarse y en general adaptarse a todo tipo de necesidades y en función de las condiciones meteorológicas.
Este tipo de soluciones funcionan igual que las placas solares convencionales. Al textil se añaden compuestos y materiales capaces de recoger la energía generada por los rayos del sol para transformarla en corriente eléctrica, que se puede usar en cualquier momento o almacenarla gracias a baterías externas.
Estos toldos suelen estar diseñados para ser resistentes y duraderos, ya que están expuestos a condiciones climáticas y ambientales cambiantes. Su instalación requiere una consideración adecuada del ángulo y la orientación para optimizar la captación de la luz solar y maximizar la producción de energía.
Un toldo fotovoltaico o solar funciona de forma similar a una placa solar convencional con la diferencia de que la tela del toldo integra las células que capturan la energía. Lo habitual a la hora de crear los receptores de energía es que se empleen materiales como el silicio amorfo, la perovskita (ya la vimos en cristaleras), el polímero orgánico, el teluro de cadmio, el sulfuro de cobre zinc, el cobre indio galio selenio... estos se integran en la tela en forma de finas capas. Estos ofrecen mejores resultados que el que ofrece el uso de silicio, ya sea monocristalino o policristalino.
El éxito de este tipo de productos se basa en el tejido empleado. Si ya hemos visto como en los todos los tradicionales es fundamental el tipo de lona para proteger más o menos del calor, en este caso, la importancia del material elegido es un mayor. Así por ejemplo, el material acrílico es el idóneo debido a que facilita que se puedan integrar las células fotovoltaicas flexibles.
En este sentido, hay firmas como Aitex, con un proyecto de la mano de Ana Rodes Carbonell y Dickson, que ya tienen listos prototipos que permiten combinar textil con materiales capaces de recoger la energía solar. Toldos que ahora mismo permiten generar la energía suficiente para cargar un dispositivo pequeño o alimentar la iluminación LED de una vivienda.
Beneficios de un toldo solar
Los toldos fotovoltaicos son una solución inteligente y sostenible para aprovechar la energía solar en espacios al aire libre, como patios, terrazas y otros lugares que requieran amplias áreas de sombra y reciban buenas cantidades de sol. Permiten obtener beneficios tanto en términos de sombreado y protección contra el sol como en la generación de energía limpia y renovable.
Entre las ventajas de los toldos fotovoltaicos está la capacidad de aprovechar la luz solar para generar electricidad sin emisiones de carbono y reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables a la vez que utilizan áreas que de otro modo solo proporcionarían sombra para generar energía, maximizando el uso del espacio disponible.
Este tipo de toldos, gracias a que generan electricidad a través del sol, ayudan a reducir la factura de electricidad y, en algunos casos, incluso permiten obtener ingresos al vender el exceso de energía a la red eléctrica.
Y no podemos olvidar que este tipo de toldos, además de producir energía, siguen cumpliendo su función principal, proporcionando sombra y protección contra los rayos solares.
Imagen portada | Francesco Ungaro
En Xataka SmartHome | La mejor forma de frenar el calor sin aire acondicionado y mantener la casa fresca: cómo utilizar persianas, estores y toldos
Ver todos los comentarios en https://www.xatakahome.com
VER 0 Comentario