Seis consejos para ahorrar energía en el hogar

Hoy en día con los precios de la luz (y en general de las fuentes de energía) cada vez más altos, se antoja como algo fundamental el llevar un consumo energético responsable que nos ayude a minimizar el impacto en nuestros bolsillos.

El poder frenar la escalada de precios, al menos a nivel doméstico, es una opción que está en nuestras manos y para lograrlo basta con seguir una serie de consejos básicos, unas recomendaciones que desde aquí te vamos a hacer si tienes en gana sanear la vida de tu cuenta corriente, así que sin más esperas allá vamos.

Mejorar el aislamiento de nuestro hogar

Muchas veces gran parte de la energía se pierde por esos malos ajustes en puertas, ventanas, cajas de persianas... por lo que el primer paso para no perder dinero por esos huecos es mejorar el aislamiento de nuestro hogar.

Estamos hablando de paredes exteriores, de cristales dobles con marcos de PVC, ajustes en los cierres o persianas y cajas más efectivas, todo ello combinando el uso de distintos materiales.

Se trata de una inversión, es cierto, que en muchos casos no es barata, pero tanto si tenemos que llevarla a cabo desde cero o sobre plano, se trata de incluir una serie de mejoras que a la larga repercutirán en nuestro bolsillo.

Usar equipos energeticamente eficientes

Muchas veces achacamos los consumos y los costes a los precios de las fuentes de energía, pero no siempre es así y en muchas ocasiones parte de este consumo se debe al uso de electrodomésticos y sistemas de calefacción/refrigeración antiguos y poco optimizados.

Si usamos una caldera, un sistema de aire acondicionado y en general, cualquier electrodoméstico, debemos siempre buscar uno que sea de clase A+++ o superior. ¿Significa un coste mayor? Si, siempre, pero el bolsillo lo notará.

Además, en el caso de las calderas siempre y en determinados caso por ley, deberemos optar por una caldera de condensación (usa parte de los gases para generar calor), que permite disminuir el consumo a la vez que aminora las emisiones.

Uso de termostatos y programadores

No debemos tener la calefacción conectada y funcionando todo el día y en ese caso los termostatos o programadores son una parte fundamental para aminorar los gastos.

Tener una temperatura constante, por ejemplo 20º en invierno y 25º en verano, evitando los tirones en la caldera o el aire para alcanzar la temperatura marcada así como marcar unas horas en las que no debe funcionar (porque no estamos en casa o no es necesario) ayuda y mucho a bajar el consumo.

Estos termostatos no son excesivamente caros y los hay para todos los bolsillos, encontrando algunos que incluso podemos controlar por el móvil para lograr una mayor efectividad.

Electrodomésticos e iluminación eficientes

Ya lo hemos comentado antes con la caldera o el aire acondicionado, pero el uso de electrodomésticos eficientes es algo muy aconsejable. Debemos buscar siempre la certificación A+++ o al menos la que más se le acerque, una medida que puede hacer bajar el consumo hasta en un 60%.

De forma paralela es conveniente también hacer uso de una iluminación a base de bombillas o luces LED, dejando de un lado las bombillas incandescentes de toda la vida o de los golosos halógenos.

Se trata con esta medida de alargar la vida (duran los LED 30 veces más que las incandescentes y 15 más que las halógenas) y permiten un ahorro de hasta un 80% en la factura de la luz.

Además, el menor tamaño nos permite jugar con formas pero también con colores, logrando en una misma bombilla tener colores, tonos cálidos, fríos... e incluso controlarlas con el móvil con una aplicación como TintLink.

Comparar precios y ajustar la potencia contratada

Vamos a dejar de lado las polémicas de los timos en torno a las eléctricas, pero siempre es bueno leer la letra pequeña y buscar la oferta que más se adapte a nuestro consumo.

No es solo cuestión de precio, sino de tarifas que se ajusten a las horas en las que vamos a llevar a cabo el consumo, siendo además interesante el hacer uso de la tarifa nocturna para consumir luz o energía en general.

Igualmente es aconsejable usar calculadora o lápiz y papel y comprobar cual va a ser nuestro consumo. Sumar todos los electrodomésticos y _gadgets_ o al menos los que van a funcionar simultáneamente pero ¿para qué?

Muy sencillo. Para en función del valor obtenido calcular la potencia que vamos a necesitar contratar y un ejemplo es lo mejor. Si requerimos por ejemplo 2.000 vatios no es necesario que contratemos una potencia de 5.0000 vatios.

Intentar en la medida de lo posible usar energías renovables

Optar por el uso de solar térmica, solar fotovoltaica, geotérmica,biomasa, eólica, etc, siempre que sea posible su uso y teniendo en cuenta, eso sí, que requieren una inversión que a priori puede parecernos poco rentable.

Y como extra, un consejo básico, como es el de no tener conectados todos aquellos "cacharros" que no estés usando.

Sí, el modo de espera o _stand-by_ también consume, menos pero lo hace, tanto que según la agencia Eurostat, puede llegar al 7% del consumo eléctrico, algo que nos lleva al dicho... si tu puedes pagarlo, el país no puede...

Se trata solo de una serie de consejos, básicos algunos y algo más elaborados otros pero que de ser seguidos en la medida de lo posible, van a colaborar a aminorar nuestra factura energética y por lo tanto a mejorar el estado de nuestra cuenta corriente.

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