En el último año la creciente subida en la factura de la luz y del gas ha hecho que pagar estos suministros básicos para el día a día se convierta en una de las grandes preocupaciones de muchas familias españolas, a pesar de aplicar diferentes medidas y trucos de ahorro en casa para tratar de rebajar el importe a final de mes.
Una de las opciones para tratar de rebajar dicha factura es comparar entre las ofertas de las diferentes compañías hasta encontrar la que se adapte mejor a nuestras condiciones de uso, por ejemplo usando el servicio oficial Comparador de ofertas de la CNMC. Y a la hora de hacer esta comparación conviene tener claro que hay tarifas que pertenecen al denominado como "mercado libre" y otras al "regulado", tanto en suministro de electricidad, como ya vimos a fondo en este artículo, como en el del gas.
De hecho, en el sector del gas español existen dos mercados bien diferenciados en los que se ofrecen distintas tarifas con condiciones y precios muy dispares: las del mercado libre y la conocida como Tarifa de Último Recurso o TUR.
Ventajas e inconvenientes de tener la tarifa en el mercado regulado
La tarifa regulada por el Estado o TUR se establece bajo la idea de tener un sistema con precios fijados por el Gobierno a prueba de posibles especulaciones del mercado y bajo unas condiciones concretas. Estas son sus ventajas e inconvenientes:
En el mercado regulado el Gobierno es quien establece los precios y las condiciones de subida o bajada de los mismos, siendo únicamente las comercializadoras de último recurso las encargadas de ofrecer la Tarifa de Último Recurso (TUR) al usuario final.
El número de comercializadoras del TUR es limitado y está regulado por el Gobierno, siendo las siguientes según podemos leer en este documento de la CNMC: Baser Comercializadora de Último Recurso, Energía XXI, Comercializadora Regulada Gas & Power de Naturgy y Curenergía Comercialización de Último Recurso de Iberdrola.
El Gobierno fija el precio del gas a través de subastas, que podemos conocer a través de la plataforma MIBGAS, y estos precios estarán vigentes durante un trimestre. Una vez transcurrido dicho periodo se revisan revisa los precios según suba o baje el precio del gas.
Lo máximo que puede subir la factura también está regulado y topado. Por ejemplo, en marzo de 2022 se decidió mantener un límite máximo del 15% al incremento máximo del coste de la materia prima en su fórmula de cálculo para las revisiones del 1 de abril y del 1 de julio. Ahora, esta medida para contener el impacto del precio del gas en los pequeños consumidores se ha aplicado también en las revisiones del 1 de octubre de 2022 y del 1 de enero de 2023.
- La TUR es además la única opción posible si queremos disfrutar del Bono Social Térmico, programa de ayudas para los consumidores más vulnerables por el uso de la calefacción y el agua caliente o cocina y que como vimos en su día está íntimamente relacionado con el Bono Social Eléctrico.
En cuanto a los tipos de tarifas que ofrece el mercado regulado, se ofrecen 3 diferentes en función del consumo del usuario:
- TUR.1: para consumos inferiores o iguales a 5.000 kWh/año.
- TUR.2: para consumos superiores a 5.000 kWh/año e inferiores o iguales a 15.000 kWh/año.
- TUR.3: para consumos superiores a 15.000 kWh/año e inferiores o iguales a 50.000 kWh/año.
Ventajas e inconvenientes de tener la tarifa en mercado libre
Si no estamos en el mercado regulado entonces la alternativa es una tarifa del gas en el mercado libre, que básicamente es un sistema sin precios fijados por el Gobierno.
Hay muchas más compañías comercializadoras donde elegir (aquí está el listado proporcionado por la CNMC), cada una con sus propuestas de tarifas y servicios, no estando limitados solo a las de referencia reguladas por el Gobierno
En el mercado libre son las compañías comercializadoras las que presentan a los clientes las tarifas que creen convenientes, facturando de diversas maneras el consumo del gas con precios fijos, tarifas planas, por horas, etc.
Sin embargo, al poner ellas el precio y dada la situación de crisis energética de los últimos meses, también pueden subir el importe del kilovatio hora de gas en principio sin límites establecidos por los reguladores.
Pueden ofrecer descuentos y ofertas promocionales para atraer clientes con ciertos porcentajes de rebajas durante unos meses o años.
Se pueden contratar servicios adicionales que pueden ser ventajosos en algunos casos pero que en otros estamos obligados a contratar si queremos acceder a las ofertas antes mencionadas. Por ejemplo servicios de mantenimiento, seguros, de gestión, etc.
En cuanto a los tipos de tarifa, en el mercado libre se ofrecen 4 tipos diferentes según el consumo máximo del usuario:
- RL1: para consumos inferiores a 5.000 kWh/año, enfocada a viviendas con calentador de agua con gas y/o con cocina de gas
- RL2: para consumos entre 5.001 kWh/año y 15.000 kWh/año, enfocada a viviendas con calefacción de gas.
- RL3: para consumos entre 15.001 kWh/año y 50.000 kWh/año, enfocada a viviendas con alto consumo y pequeños negocios.
RL4: para consumos entre 50.001 kWh/año y 300.000 kWh/año, enfocada a comunidades de propietarios y empresas.
- Como vemos, en la actualidad si gastamos más de 50.000 kWh al año la única tarifa posible a la que podemos acogernos es la RL4 del mercado libre, no existiendo una equivalente en el mercado regulado, lo que está haciendo que muchos clientes que pertenecen a comunidades de vecinos tengan facturas mucho más elevadas, ya que la subida de precios no está limitada por el Gobierno, con respecto a usuarios individuales que sí pueden acogerse a tarifas TUR 1,2 o 3.
Foto portada | Mykola Makhlai
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