Para mucha gente el router ese aparato proporcionado por la empresa suministradora de internet que llega a su vida con el alta del contrato y se va cuando cambian de compañía. No obstante, hay quien tiene su propio router independiente y quien se mantiene fiel a una empresa lo suficiente como para que su router se quede obsoleto.
Porque aunque el router está diseñado para estar siempre en funcionamiento, no dura eternamente: más allá de posibles fallos y averías que lo conviertan en inutilizable, hay otros síntomas de que tu router se ha hecho viejo y necesita ser jubilado por otro.
Cuánto dura un router Wi-Fi
A modo orientativo, el router que proporcionan los proveedores de servicios de internet tiene una vida útil que ronda entre los cinco y los diez años con un uso normal, por lo que no tienes que preocuparte demasiado por apagarlo por las noches o cuando te vas de vacaciones. No obstante, lógicamente el mantenimiento que hagamos sobre el router, en qué entorno está y su carga de trabajo tienen su incidencia en su duración.
Como sucede con cualquier otro dispositivo electrónico, con el paso de los años el hardware se queda anticuado y se degrada con el uso, y llega un punto en el que el software queda obsoleto y sin soporte. Estas son las consideraciones generales, pero hay otros factores a tener en cuenta. A modo de resumen, recopilamos las señales de que tu router es demasiado antiguo y debe ser sustituido.
- Wi-Fi inestable y de poca calidad. Si es relativamente frecuente experimentar descensos notables en la velocidad de conexión, cortes en la conexión o reinicios, entonces es señal de que tu router no funciona correctamente.
- Sobrecalentamiento. No es raro que el router se caliente en verano o si está encajado y con poco espacio para que pase el aire (si es el caso de tu router, mejor situarlo en un lugar donde corra el aire y alejado de la salida de ventilación de otros aparatos), pero si cada vez que tocas el router lo notas caliente, es probable que tenga problemas en su hardware que potencialmente pueden ser un peligro, tanto para el propio aparato como para el entorno
- No compatibilidad con los últimos estándares de conectividad. Una cosa es que ya se hable del Wi-Fi 7 y otra muy diferente que ya esté presente en los routers que se comercializan o suministran en la actualidad. A día de hoy ya hay routers con WiFi 6E, si bien lo mainstream es el Wi-Fi 6 y todavía sigue presente el Wi-Fi 5. Cada nuevo estándar proporciona ventajas como mayor velocidad y transferencia de datos, mejor rendimiento, más eficiencia energética o conexión de más dispositivos. Como consecuencia, no las estarás aprovechando en tu conexión a la red y a otros dispositivos.
- Sin actualizaciones. El fabricante de tu router y tu ISP lanzan actualizaciones y parches de seguridad para mantener el dispositivo al día en cuanto a funciones y protección, pero si el aparato ha quedado obsoleto, ya no habrá soporte, lo que implica un riesgo para tu seguridad y privacidad.
- La antigüedad. Si tu router supera los diez años de vida, es altamente probable que se cumpla al menos una de las premisas anteriores, por lo que sería recomendable renovarlo cuanto antes.
Como hemos visto dentro del apartado de conectividad, apostar por un router más nuevo implica disfrutar de una experiencia mejor desde el punto de vista del rendimiento, así como otras opciones y herramientas. Asimismo los routers más modernos también implica beneficiarse de funciones de seguridad y estándares como WPA3.
Vía | Computer Hoy
En Xataka Home | Tres trucos fáciles de mantenimiento que hago en mi router de vez en cuando para mejorar su rendimiento y seguridad
