Frente a la incertidumbre de transmitir la señal por el aire atravesando obstáculos, la apuesta clásica y fiable del cable: has decidido conectar un aparato (probablemente tu smart TV o un ordenador) al router mediante un cable Ethernet para exprimir toda la velocidad de tu tarifa contratada y descubres que aunque hayas ganado en estabilidad frente al Wi-Fi, la transferencia de datos está muy lejos de lo que esperabas y promete tu operadora. La culpa puede tenerla el cable y no precisamente porque esté deteriorado.
Más allá del color que tenga, la calidad del cable es fundamental a la hora de cumplir con éxito su misión de transferir internet con la máxima velocidad al dispositivo conectado. Además, no solo sirve para conectar dispositivos, sino también se emplea en los routers de operadora sin toma de fibra integrada, por lo que el ONT se conectará al router por un cable de red. En este caso, no solo afectará a la velocidad que llega al dispositivo en cuestión, sino que puede limitar la capacidad del Wi-Fi que el router distribuye.
Le echas un vistazo y así a simple vista parece que todo en el cable está bien: mención especial merecen las conexiones entre el cable y las tomas, susceptibles de estropearse antes fruto de los giros. Además, si tienes internet en el aparato conectado, es que los datos llegan. No obstante nunca está de más pasar un test de velocidad para constatar que efectivamente, la velocidad de internet es inferior a la contratada. Y aquí hay otra clave: quizás siempre ronde una tasa. Así, puede que tu tarifa contratada sea de 1GB, pero tras varias mediciones en diferentes momentos constatas que como máximo ronda los 100 Mbps. Punto importante.
Lo más importante de un cable Ethernet es su categoría, porque es la que determina qué prestaciones tendrá.
categoría |
Velocidad |
frecuencia |
velocidad de descarga |
---|---|---|---|
Ethernet Cat 5 |
100 Mbps |
100 MHz |
15,5 MB/s |
Ethernet CAT 5E |
1.000 Mbps |
100 MHz |
150,5 MB/s |
Ethernet CAT 6 |
1.000 Mbps |
250 MHz |
150,5 MB/s |
Ethernet CAT 6A |
10.000 Mbps |
500 MHz |
1.250 MB/s o 1,25 GB/s |
Ethernet CAT 7 |
10.000 Mbps |
600 MHz |
1,25 GB/s |
Ethernet CAT 7A |
10.000 Mbps |
1.000 MHz |
1,25 GB/s |
Ethernet CAT 8 |
40.000 Mbps |
2.000 MHz |
5 GB/s |
La categoría de un cable Ethernet determina sus prestaciones
Acabamos de repasar las categorías de cables Ethernet que podemos encontrarnos en el mercado en la tabla, pero ahora toca saber dónde encontrar este dato: en la superficie del cable, en la zona del plástico.
Lo que ves sobre estas líneas es un cable Ethernet. Fíjate que sobre el plástico protector hay un texto escrito donde se enumeran sus características. La última de todas es su categoría, concretamente CAT 5e. Así que basta con echar un vistazo al plástico para descubrirlo.
Aunque tu conexión no tenga una gran velocidad, es conveniente apostar por un cable Ethernet de altas capacidades, ya que el salto de categorías entre las más habituales suele rondar los 5 euros. Con un cable de alta categoría te aseguras una buena velocidad de conexión y evitar así cuellos de botellas.
De hecho aunque en la caja de nuestro router encontramos un cable de red, su calidad suele ser media, por lo que merece la pena invertir en un cable mejor para aprovechar mejor nuestra conexión.
Portada | Imagen de günther en Pixabay
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