Cuando hablamos de la inteligencia de nuestros hogares y dispositivos casi siempre nos referimos a sus capacidades para conectarse con Internet y otras redes.
Esta conectividad se sustenta en varias tecnologías, como por ejemplo el ADSL, el WiFi, las redes de telefonía móvil 3G o superiores y por supuesto la fibra óptica, que en poco tiempo nos permitirá acceder a un amplio conjunto de aplicaciones, muchas de ellas aún por diseñar y descubrir.
Una fibra óptica no es más que un hilo fabricado con un material transparente, generalmente vidrio o plástico, por el que se envían pulsos de luz que representan los datos que se quieren transmitir y que irán guiados en su interior, libres de interferencias electromagnéticas.
Su utilización no se limita exclusivamente a las redes de comunicaciones externas, sino que también se utilizan en los grandes centros de datos, en aplicaciones de medicina, sistemas militares y por supuesto en nuestros hogares.
¿Qué nos aporta la fibra óptica?
En primer lugar tenemos que diferenciar dos grandes grupos de tecnologías y aplicaciones: las que nos conectarán con el exterior (Internet por ejemplo) y las que nos permitirán crear redes internas en nuestras casas.
En cuanto a las primeras (redes exteriores), nos conectan con los proveedores de acceso a Internet a velocidades muy elevadas que crecerán en el futuro hasta cifras que ahora muchos no podemos ni imaginar.
La fibra óptica puede llegar hasta nuestros hogares de diferentes formas. Una de las más conocidas son las redes de FTTH (Fiber To The Home), capaces de conectarnos con Internet a velocidades de cientos de Megabits por segundo o incluso de Gigabits por segundo, como es el caso de la red de fibra que Google ha desplegado en Kansas.
Gracias a estas conexiones podremos acceder a todo tipo de contenidos en streaming sin problemas de ralentizaciones, seremos capaces de usar los servicios en la nube como si los tuviésemos en casa, podremos jugar sin retardos, realizar todo tipo de videollamadas en alta resolución y sobre todo permitir la ejecución de éstas y otras aplicaciones a varios usuarios humanos de forma simultánea.
Pero también seremos capaces de dar salida al exterior al enjambre de objetos inteligentes que tendremos en casa en los próximos años. Electrodomésticos, sensores, robots limpiadores, consolas, smart TV, equipos de audio, smartphones, incluso muebles, bombillas, cámaras de seguridad y equipos domóticos, todos necesitarán un canal de Banda Ancha basado preferentemente en fibra óptica para realizar sus tareas.
Otra de las grandes ventajas de la fibra es su inmunidad frente al ruido electromagnético que perjudica otras tecnologías como PLC o los cables de cobre convencionales. Así, la fibra óptica se perfila como un sistema de futuro que se podrá usar para crear redes internas en nuestros hogares de forma similar a los actuales cables Ethernet de cobre, pero con mejores prestaciones.
Por ejemplo, Telefónica lleva tiempo trabajando en redes de fibra óptica de plástico para instalar en el interior de nuestras casas, que al parecer serán mucho más económicas que el cable de cobre y que al no verse afectadas por las interferencias electromagnéticas, pueden ir por las canalizaciones eléctricas ya instaladas sin que disminuya el rendimiento.
Además, son muy fáciles de montar e instalar por el usuario final, sin necesidad de contratar a ningún técnico especialista y con velocidades superiores a 1 Gbps, rompiendo los cuellos de botella de las redes domésticas actuales gobernadas principalmente por WiFi.
FFTH en España
En España las redes FFTH son de momento escasas, aunque poco a poco van ganando terreno a las tecnologías de xDSL y al cable, ya que las ventajas frente a estas son considerables: principalmente una mayor velocidad y una menor latencia (aunque en ocasiones pagando un precio superior).
Por ejemplo, mientras que el conjunto de líneas de fijas con Internet en España creció tan solo un 3.9% de enero 2012 a enero de 2013, las líneas de FTTH crecieron en el mismo periodo un 95.7%.
Según la última nota de la CMT, en España hay actualmente 354.408 líneas FTTH, principalmente pertenecientes a Movistar, aunque los operadores alternativos parecen decididos a comenzar con sus propios despliegues en un intento de no dejar escapar a los usuarios que quieran conexiones de nueva generación.
Orange fue la primera en hacer pruebas piloto y también la primera en anunciar su propio despliegue masivo de fibra óptica hasta el hogar. La operadora preveía alcanzar un millón y medio de hogares con una inversión estimada en 300 millones de euros, dejando la puerta abierta a acuerdos con terceros, que finalmente se han consumado en forma de alianza con Vodafone.
Ambos operadores se han comprometido a desplegar cada uno una red que alcanzará tres millones de clientes, es decir, seis millones entre ambos, ya que las redes no se solaparán, suponiendo así una alternativa real a Movistar para los próximos 5 años.
Además, el acuerdo queda abierto para que más operadoras alternativas entren como socios, lo que daría a Jazztel una nueva posibilidad para entrar en el mercado de fibra óptica.
Sin duda se nos plantea un panorama interesante para los próximos años, en los que veremos cómo las diferentes tecnologías de fibra se vuelven tan comunes en nuestras casas como ahora son el cable telefónico, los cables de red o las redes WiFi.
Si queréis profundizar más en estos temas os recomiendo leer nuestro especial en Xataka On sobre comunicaciones ópticas y este artículo sobre el desarrollo de fibras de plástico de Telefónica I+D en España.
En Xataka | Fibra óptica en España: pasado, presente y ¿futuro?
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