Un router es un dispositivo complejo en lo que a opciones se refiere. Permite configurar todo lo que concierne a las redes en casa y gestionar todos los dispositivos conectados por medio de distintas funciones y una de ellas es QoS, acrónimo de Quality of Service, que en español significa calidad de servicio.
Una opción disponible en los routers que distribuyen muchas de las operadoras y que pasa por ser una de las grandes desconocidas pese a la utilidad que ofrece. Y es que gracias a QoS podemos gestionar los dispositivos, los servicios y sus conexiones estableciendo preferencias, ya sena conexiones por Wi-Fi o por cable.
Cuestión de prioridades
QoS es una opción muy útil cuando tenemos un buen número de distintos dispositivos y servicios conectados a la misma red. En determinadas circunstancias puede que el tráfico se congestione y gracias a QoS lo que podemos hacer es dar prioridad al tráfico que requieren unos dispositivos (o servicios) frente al resto.
Es habitual que contemos distintos dispositivos conectados al mismo router. Televisores, smartphones, tabletas, ordenadores, consolas... todos generan un consumo de datos y de ancho de banda que el router reparte de forma equilibrada. Pero ¿qué pasa si un dispositivo o servicio está utilizando un gran ancho de banda? Aquí entra QoS.
Imaginemos una casa donde un equipo está descargando mediante redes P2P y otro usuario está haciendo uso del juego online. Con la herramienta QoS lo que se evita es que uno de ellos salga perjudicado si el otro está consumiendo datos. Por ejemplo se puede dar prioridad a los juegos para optimizar el funcionamiento y solucionar problemas de lag o dar preferencias a las descargas para que tarden menos en bajar.
Por medio de este sistema se puede establecer un dispositivo o servicio como prioritario, de forma que si está acaparando demasiado ancho de banda pueda seguir haciéndolo. Si por el contrario no aparece como prioritario, el resto de dispositivos podrán seguir accediendo a internet a una velocidad normal. Una función de la que se pueden beneficiar los equipos que se hayan conectado por WiFi pero también por cable.
Igualmente con esta herramienta podemos asignar un ancho de banda máximo a cada dispositivo. Imaginemos que tenemos 600 megas y queremos que de esos 600, 550 sean usados por una utilidad. Configurando QoS de forma adecuada podemos hacerlo.
Con las conexiones de fibra (FTTH o HFC), el servicio QoS ha perdido potencial. Era una opción muy práctica con las conexiones de cobre y su ancho de banda más limitado. Ahora, con las conexiones de fibra con capacidades de cientos de megas el servicio QoS no es tan apreciado.
Además, en algunos routers de media y alta gama ya se usan algoritmos preconfigurados que permiten establecer qué tráfico queremos priorizar. Podemos dar preferencia a servicios de streaming de vídeo (YouTube, Netflix, HBO Max...), juegos online, descargas...