Cada vez es más habitual que tengamos la casa llena de todo tipo de dispositivos con los que dar forma al hogar conectado. Basta con pensar un poco y calcular cuántas bombillas, enchufes, regletas, interruptores... completan una lista mucho más amplia.
Muchos de estos dispositivos hacen uso de la conexión WiFi en la banda de 2.4 GHz, pero también muchos otros usan de forma simultánea o exclusiva la conexión Bluetooth. Y lo mismo que la frecuencia "lenta" del WiFi termina saturándose, el Bluetooth también se está viendo afectado, algo que ha motivado que los creadores del Bluetooth ya piensen usar otras frecuencias.
El WiFi 6E amenazado
La utilización masiva del Bluetooth en casa para usar todo tipo de dispositivos inalámbricos y conectados está provocando problemas de congestión y que los creadores del estándar de conexión sin cables (Bluetooth) piensen en usar la banda de los 6 GHz.
Hasta ahora, la conexión Bluetooth se basaba en el uso de las mismas frecuencias que las que usa la banda de los 2.4 GHz. Y hasta ahora esto no había sido un problema, puesto que los hogares no estaban tan cargados de dispositivos conectados.
Recordemos que la banda de los 2,4 GHz es la primera banda usada por el WiFi cuando se lanzó allá por 1997 y es la que usan todos los dispositivos que se conectan al hogar inteligente, que no pueden usar la banda de 5 GHz.
Hasta ahora, tanto el Bluetooth como el WiFi en la banda de 2,4 GHz han tenido una convivencia pacifica, puesto que pueden funcionar al mismo tiempo sin interrumpir otras frecuencias y les bastaban los 83,5 MHz de ancho. Aunque no es lo normal, el que ambos coincidan puede provocar una mala conexión a internet por interferencias del Bluetooth o que el WiFi falle.
El que se mezclen ambas conexiones puede provocar por ejemplo intermitencias en la señal WiFi, que la señal de WiFi baje de intensidad, bajadas de velocidad, reproducción del audio Bluetooth con interrrupciones, lag en la reproducción...
Esto hasta ahora es algo que hasta ahora se había evitado. El WiFi lo solventa escuchando en el canal que tiene configurado antes de emitir, mientras que el Bluetooth divide la banda en 40 canales que usa cambiando entre ellos evitando los que emplea el WiFi.
En caso de interferencias, estos problemas se pueden solucionar apagando el Bluetooth cuando no lo estemos utilizando o reduciendo la cantidad de dispositivos conectados a la red de 2.4 GHz, pero dada la alta presencia de dispositivos conectados, esta solución se antoja muy difícil.
Ello ha llevado a que el Bluetooth Special Interest Group (SIG), encargados de gestionar el estándar Bluetooth, haya buscado soluciones para evitar la congestión y así el grupo de trabajo Bluetooth LE in Higher Frequency Bands ha planteado que el Bluetooth Low Energy (LE) haga uso de la banda de los 6 GHz.
El WiFi 6E es una evolución del WiFi 6. Una conexión que tiene como principal mejora el que añade la banda de 6 GHz al WiFi 6, de forma que su espectro llega hasta los 7,125 GHz, 1,2 GHz más que el WiFi 6 "a secas". Esto hace que el WiFi 6E tenga 14 canales adicionales de 80MHz, o 7 canales de 160MHz en función del router usado, lo que en la práctica hace que al tener más canales y más amplios, se minimize la congestión.
Y llega el WiFi 7
El WiFi 6E por ahora está muy poco extendido, puesto que no existen en el mercado demasiados dispositivos compatibles. La libertad para usar ese espacio es la que ha llevado a los responsables del estándar Bluetooth a pensar en el como solución a los problemas de congestión.
Se trata de no obstante, de una solución que ya tiene fecha de caducidad, puesto que en el momento en el que el WiFi 6E extienda su uso, volverán a presentarse problemas de interferencias.
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