Hace unos días emitieron en la tele 'Terminator: Destino oscuro', una entretenida secuela de la popular saga de ciencia ficción que ya había visto hace tiempo en pantalla grande, y que me dejó muy buen sabor de boca en cuanto a calidad audiovisual.
Así que, tras ver unos minutos desde la TDT y observar una imagen y sonido notablemente más pobres, quise comprobar si realmente era tan espectacular como recordaba o me lo había imaginado, por lo que me puse a ver fragmentos de la versión Blu-ray que tenía seleccionados para demos y pude confirmar una cosa: cuando quieren los cineastas pueden hacer que una película "brille".
Una calidad de imagen sobresaliente
Otras veces hemos comentado por aquí cómo hay películas en las que por motivos estéticos o económicos los creadores o montadores deciden darle a las cintas unas tonalidades tan oscuras que cuesta incluso distinguir a los personajes y saber qué está pasando en el metraje.
En 'Terminator: Destino oscuro' esto no sucede, sino todo lo contrario. De principio a fin tenemos una calidad de imagen soberbia que muestra hasta el más mínimo detalle en todo. Ya sean personajes, vehículos, texturas de los edificios, armas, ropa, objetos, etc. Todo presenta una nitidez y un colorido digno de demo y con una resolución impactante.
De hecho, en algunas ocasiones algunos de los efectos especiales "cantan" y se notan dando la sensación de estar ante una cinemática de un videojuego. Sin embargo, prefiero esto a que se oscurezca artificialmente la imagen para ocultar estos efectos que están algo menos conseguidos como suele hacer el cine moderno.
Es algo que podemos ver en las secuencias que se desarrollan con poca luz o por la noche, incluida la introducción con el desembarco robótico en la playa. Rodar una escena nocturna no implica que no se vea nada en pantalla y en esta 'Terminator: Destino oscuro' tenemos un claro ejemplo de cómo hacerlo para que podamos contemplar personajes y objetos en plena noche sin tener que subir el brillo de la tele al máximo.
La primera media hora de la cinta refleja completamente el espíritu original de la franquicia, con efectos especiales mejorados con respecto a las anteriores películas y una calidad de imagen que destaca sobre otras cintas de acción modernas que cuentan incluso con más presupuesto y expectativas.
De hecho, en mi opinión esta primera parte es tan buena que está casi a la altura de la segunda película de la saga de la soy fan desde que la vi de pequeño. La acción no cesa, el terminator produce esa sensación de agobio y de que no vas a poder pararle con nada. Además de estar bien rodada y con una colorimetría estupenda que nos hará disfrutar al máximo de nuestras teles y proyectores.
Un sonido puntualmente brillante
La cinta destaca también por ofrecer una banda sonora con los clásicos acordes de la saga y con un muy buen empaste donde los diálogos quedan claros y cristalinos sobre el resto de sonidos. De hecho, la película comienza con una suave narración de Sarah Connor que tanto en la versión original como en la doblada merece la pena escuchar con un altavoz central de calidad.
En cuanto al resto del metraje, la calidad sonora es "puntualmente brillante". Con esto me refiero a que hay fragmentos donde es sobresaliente y otros de notable alto, pero siempre manteniendo una buena edición con gran separación de los canales y un correcto posicionamiento (por lo menos en la versión que he escuchado yo con sonido DTS 5.1 en castellano y Atmos 7.1 en inglés).
Por ejemplo destacan los efectos especiales sonoros cuando aparecen las bolas de energía para el transporte temporal en las que llegan los protagonistas del futuro, donde los clásicos rayos presentan una amplitud sonora destacable e impactante.
También hay buenos efectos en el primer encuentro con el terminator, en la pelea inicial y durante la persecución por la autopista, donde los golpes, choques y ruidos diversos no quedan nunca enmascarados por la música ni a su vez ocultan las voces de los protagonistas.
En definitiva, una cinta más que disfrutable para poner a prueba nuestros equipos de imagen y sonido, siempre que la reproduzcamos desde una fuente de calidad, ya que como os decía al principio, al verla desde la TDT la sensación es mucho más pobre.
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