Visitando Innorobo 2013, me dí cuenta de que había robots para todo tipo de cosas, para limpiar ventanas, para cortar el césped, para cuidar de los niños... pero ninguno había sido diseñado simple y llanamente para hacernos felices, algo de lo que sí que puede presumir el Sonrisatrón.
Creado por los chicos de We are Matik, el Smile-Bot (ese es su nombre real) es una instalación artística en forma de robot, cuyo único objetivo es el de hacer sonreír a la gente.
Como se puede ver en el vídeo, es un robot afable de cuatro caras y un tronco de pirámide por cuerpo, con un agujero en cada uno de los lados para que la gente pueda asomar la cabeza al interior, donde se encontrarán con una recreación de Sonrisalandia (el planeta natal del Sonrisatrón).
Al asomarnos y sonreír, un sistema de detección facial activará el contador de sonrisas, y si cuatro personas sonríen a la vez, se desencadena un festival de luces y sonidos con despliegue de arcoíris incluído.
Desarrollado usando Arduino como base, este robot cuenta además con cuatro cámaras, una aplicación diseña para interpretar las sonrisas, un sistema de RGB LEDs para reaccionar a las sonrisas y el mencionado arcoíris motorizado para completar la parafernalia.
Como diría uno de nuestros queridos comentaristas, es puro humo, nada que sirva para un futuro cercano, pero sí que me gusta cómo hace hincapié en el hecho de que el objetivo de la tecnología, tanto en casa como fuera de ella, no debe de ser otro que el de hacernos felices, ya sea directa o indirectamente.
El sonrisatrón toma la vía rápida, porque me ha hecho sonreír sin ni siquiera estar cerca de él. Mi compañero Pedro Santamaría incluso me ha sugerido que sería una buena idea tener uno de esos en la puerta de casa, para meter la cabeza al llegar del trabajo y dejarse los problemas fuera.
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