Sobre Oculus Rift ya hemos hablado largo y tendido. Lo han probado nuestros compañeros de Xataka en el E3 y lo han analizado los compañeros de Vidaextra, pero no quería dejar pasar mis impresiones tras una prueba rápida de Oculus Rift en IFA 2013.
Allí pude disfrutar de una vuelta en su particular montaña rusa medieval para comprobar que la inmersión tridimensional es espectacular, incluso a pesar de la evidente falta de resolución del kit para desarrolladores, hasta el punto de que tu cuerpo reacciona como si efectivamente bajaras a toda velocidad por una montaña rusa.
Hay quien afirmaba en la feria que se sentía mareado después de la prueba --entre los que me incluyo--, pero creo que no es algo que tenga tanto que ver con el diseño de Oculus Rift, sino con el hecho de que la inmersión es tal que el cuerpo espera notar la fuerza de la gravedad o la inercia en un giro, y luego no se la encuentra, con lo que se confunde y marea.
Otro cosa que confunde un poco es no poder verse las manos o a la persona que sabemos que tenemos sentada al lado, pero creo que es algo que no ocurriría con un mando en las manos mientras jugamos a algún videojuego, y que solo se hace patente cuando no tenemos otra cosa que hacer que mirar a nuestro alrededor.
Desde luego, si ya tenía ganas de que la versión comercial de Oculus Rift saliera a la venta, tras esta prueba rápida en IFA 2013 lo deseo con más ganas todavía.
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