¿No os ha pasado alguna vez que tras leer críticas y más críticas negativas de una película la veis por vosotros mismos sin ninguna esperanza y os sorprende positivamente? Esto es lo que me ha sucedido con "El Hobbit, la desolación de Smaug". La tenía pendiente desde hace bastantes meses para verla en pantalla grande pero debido a las críticas estaba un poco reticente, ya que la tildaban de larga y aburrida, con escenas exageradamente extendidas y un escaso ritmo escénico.
Una parte de las críticas son ciertas, pero de lo que no se habla habitualmente en ellas es de la estupenda calidad audiovisual del film. En mi caso, la calidad de la copia en formato Blu-ray de la versión 2D normal (no la extendida), que me ha sorprendido agradablemente tanto en el vídeo como en el sonido. ¿Por qué?
Una fotografía muy cuidada
Para empezar por su cuidada fotografía. Cada escena parece estar tomada con un gran mimo y aspectos como la iluminación y el tratamiento del color no se han dejado al azar, logrando unas tonalidades que, a pesar de moverse en los colores pastel y abusar de los grises y azulados, nos muestran una imagen con carácter propio que inmediatamente nos mete de lleno en la acción.
Con un magnífico contraste, predominan las tomas con muchas zonas oscuras, que están adecuadamente tratadas para no perder detalles en las transiciones ni en las sombras. Así, y sobre todo en el tramo final en el interior de la montaña, veremos los más mínimos detalles de las piedras y el hábitat natural del enano como nunca antes lo habíamos visto.
Al estupendo contraste hay que añadir la buena nitidez de casi todas las escenas, que ponen de manifiesto lo que es capaz de hacer el formato de alta definición en el disfrute doméstico. Es cierto que también encontramos fallos, ya algunos efectos especiales que "cantan" bastante, pero se los podemos perdonar por la buena colorimetría e iluminación de todo el metraje que nos da esa deseada sensación de estar viendo Cine.
Un sonido espectacular
El sonido es, sencillamente, digno de demostraciones. A pesar de que en la versión doblada se presenta con un pobre Dolby Digital a 448 Kbps, está muy bien cuidado, con un gran trabajo del equipo de doblaje (lástima que luego la distribuidora no remate con un formato en HD). La versión original nos trae un sonido mucho más rico, con mayor dinámica, potencia e impacto, gracias en gran medida al soporte DTS-MA.
A lo largo de toda la película asistiremos a un festival sonoro. No por grandes explosiones o ruidos ensordecedores, sino por pequeños detalles del universo Tolkien. Se han cuidado especialmente los efectos sonoros de los objetos que aparecen en la escena y de las peleas con armas blancas.
Si un personaje pisa o golpea un objeto mientras camina o lucha, lo escucharemos con todo detalle por cualquiera de los altavoces de nuestro sistema surround, moviéndose de forma natural y realista. Por ejemplo, en la escena de las arañas, en la primera mitad de la película hay un detalle que me gustó especialmente: cuando tocan las telas de araña y las vibraciones se van moviendo por los diferentes canales.
También es muy espectacular la huida por el río en los barriles, en la que deberemos contemplar una excelente imagen estéreo frontal y delante-atrás moviéndose sin descanso durante unos 5 minutos.
Pero la auténtica delicia de esta película la escucharemos en el tramo final, cuando Smaug hace su espectacular aparición. Ya sea en versión original o doblada asistiremos a unos 20 minutos de los mejores diálogos (en cuanto a calidad sonora se refiere) de los últimos tiempos.
Con una voz profunda, repleta de graves y frecuencias medias, el dragón llena el salón con su presencia, reverberando no sólo por el canal central, sino por los altavoces frontales y traseros, sumergiéndonos en una enorme sala de piedra perfectamente recreada.
Podremos seguir cada uno de sus movimientos a lo largo de los altavoces, escuchar dónde apoya las patas, qué monedas va dejando caer a su paso y qué columnas de piedra hace crujir y tambalearse. Es, sin duda, la mejor parte sonora de la película y digna de que la tengáis en vuestra colección para demos.
No importa si no sois fans de la saga de películas o si como a mí os parece que algunas escenas son demasiado largas o incluso que la trama parece no avanzar lo suficientemente rápido. Si tenéis un buen equipo de imagen y sonido "El Hobbit, la desolación de Smaug" es un título que no podéis dejar pasar de largo.
En Xataka Smart Home | Películas para impresionar
Ver 1 comentarios