A las consolas de sobremesa de bajo coste que incorporan Android, con Ouya a la cabeza, está a punto de salirles una nueva competidora. La recién llegada se llama FunBox, y no procede de Estados Unidos o Japón, los dos países con más tradición en la fabricación de estos dispositivos, sino de China.
La empresa responsable de este invento es ZTE9, una compañía creada por el fabricante chino de smartphones y tablets ZTE, y por The9 Limited, una de las compañías de videojuegos más importantes del poblado país asiático. Es evidente que FunBox pretende hacerse con un pedazo del pastel que representan las consolas de sobremesa de bajo coste. Y para lograrlo cuenta con un hardware bastante convincente.
Su procesador es un SoC Tegra 4 de NVIDIA con microarquitectura A15, su lógica gráfica es una GeForce de última generación con 72 núcleos de procesamiento, tiene 2 gigabytes de RAM y 8 gigabytes de almacenamiento interno. Además, cuenta con conectividad WiFi y Bluetooth. No está nada mal, pero es evidente que el éxito de una consola como esta no depende solo de su hardware.
Sus creadores destacan su novedoso sistema de videochat y la posibilidad no muy lejana de comprar versiones de la consola con cubiertas personalizadas. Pero es probable que la clave de su futuro resida ante todo en la oferta de apps y juegos a la que puedan acceder los propietarios de FunBox, y ahí quizás tenga mucho que decir The9 Limited, el socio de ZTE. Inicialmente esta consola estará disponible solo en el mercado chino a un precio de 99 dólares (unos 72 euros).
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