En la anterior entrega de este especial sobre cómo configurar nuestro nuevo receptor A/V vimos cómo realizar las conexiones y ajustar la impedancia de los altavoces.
En este apartado nos centraremos en comentar aspectos importantes sobre la calibración acústica de la sala y los modos de escucha generados por el procesador digital de señales.
Calibración de la acústica de la sala
Ya dedicamos un artículo a las funcionalidades de ecualización y corrección acústica de la sala. Ahora vamos con algunos consejos sobre cómo realizarla.
Lo normal es que el proceso se inicie tras conectar un micrófono al receptor. Es importante que uséis el que viene de serie, aunque os parezca malo, barato o poco profesional, ya que el receptor está calibrado para ese micrófono en concreto.
Una vez conectado el micrófono, comienza el proceso, que podemos seguir por la pantalla o por el display del receptor. Se nos pedirá que coloquemos el micrófono en varias posiciones de escucha posible y se irán reproduciendo una serie de tonos de prueba.
Seguramente vuestro flamante receptor cuente con sistemas de procesado capaces de realizar múltiples mediciones. Sin embargo, no os recomiendo hacer más de 3 o 4 en los respectivos 3 o 4 asientos principales (sobre el respaldo, a la altura real de los oídos), ya que a medida que realizamos más mediciones, la capacidad del sistema para ecualizar todas ellas de forma simultánea decrece y va disminuyendo el resultado obtenido.
Una vez concluido el proceso de calibrado, seguid las instrucciones hasta el final y verificad que los altavoces han sido correctamente detectados, tanto en tamaño, número, como en distancia y el nivel de volumen asignado por el receptor. Si veis que alguno de los parámetros no coincide, cambiadlo manualmente, ya que el sistema automático no es infalible.
Una de las dudas más habituales suele venir con el "tamaño" de los altavoces, con si se nos han detectado como "small" o "large". Esto no tiene que ver con el tamaño físico de las cajas acústicas, sino con su capacidad para reproducir frecuencias graves.
Así, los altavoces capaces de bajar por debajo de 80 Hz normalmente serán considerados como "large" y el resto como "small". Estos parámetros se pueden ajustar manualmente, para asignar la frecuencia de corte apropiada a cada caso (dedicaremos otro artículo a este tema).
Selección del modo de audición
Una vez completado el proceso de ecualización, ya podremos seleccionar la entrada de audio que queramos, por ejemplo la de un lector de CD, o un Blu-ray, y empezar la reproducción.
Sin embargo, suele resultar útil antes de ponernos a escuchar nuestra música favorita, elegir un modo de audición que nos guste. Por lo general, los receptores vienen con múltiples modos de audición generados por los DSP o procesadores de audio.
¿Cuál es mejor? Bueno, este es un tema complejo, ya que hay gustos para todos. Mi opinión es que cuanto menos procesamiento haga el receptor mejor. Así que, siempre que podáis, seleccionar un modo sin mucho postprocesado, tanto para música como para cine, ya que aunque puede que al principio os parezcan más espectaculares, a la larga os terminarán cansando.
Lo ideal es elegir alguno en el que entre en funcionamiento el sistema de calibración de la sala y nada más. Si seleccionamos los modos "pure" o "direct" de muchos receptores puede que se desactive la ecualización de la sala y que el resultado obtenido sea de peor calidad que si seleccionamos el siguiente modo (por ejemplo "stereo") en el que ya comenzamos a apreciar las bondades de los sistemas de calibración.
Lo mejor es que probéis varios hasta encontrar el que más os convenza y que los volváis a probar pasado unas semanas o meses, ya que seguramente vuestros gustos habrá variado para entonces.
Índice del especial
Receptores A/V (I): funciones y características básicas
Receptores A/V (II): Consigue un “sonido de cine” gracias a la ecualización
Receptores A/V (III): Procesado de audio multicanal
Receptores A/V (IV): Funcionalidades avanzadas
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