Sí, yo tuve un VHS y os juro que la primera vez que lo usé no era tan inútil como estos niños

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Todavía recuerdo cuando hace más de 20 años entró en casa el primer reproductor de VHS de la familia y nos pareció a todos una auténtica maravilla que nos permitía grabar la programación de la televisión y ver películas alquiladas o compradas en aquellas voluminosas pero coleccionables cintas.

Mucho ha pasado desde entonces y ahora parece cosa de la prehistoria tener los contenidos en un formato analógico que hay que rebobinar, que se estropea poco a poco cada vez que lo reproduces (con permiso de los amantes del sonido en vinilo, claro) que tenías que ir físicamente a comprar a la tienda y no podías descargar desde el éter que es la actual nube digital de Internet.

Sin embargo, había algo mágico que se despertaba en nuestra mente y nos hacía sentir superiores cuando en aquellos primitivos dispositivos éramos capaces de configurar su complicado reloj, programar una grabación a una hora determinada sin mirar el manual o conseguíamos una imagen con mayor calidad tras limpiar las cabezas lectoras con el arsenal de líquidos adecuado.

¿Tanta tecnología nos vuelve más tontos?

Era lo último en tecnología y funcionaba (a veces mal, pero funcionaba). Por eso, cuando ves las reacciones de los niños actuales, muchos de ellos nativos digitales, ante estas reliquias del siglo XX, uno no puede dejar de sorprenderse y pensar si realmente la tecnología nos está volviendo más tontos, quitándonos la capacidad de deducción, de abstracción y de pensamiento lógico, o sólo nos hemos vuelto más exquisitos y exigentes.

Sí, yo también fui niño y, al igual que muchos otros miles o millones de mi época usé por primera vez un vídeo VHS, un casete, reproductor de vinilo, o CD y os prometo que como la mayoría de mis coetáneos no era, ni de lejos tan poco diestro (por no decir inútil) en el arte de manejar estos dispositivos. Puede que la cultura social de la época nos metiera en la mente el uso de estos antiguos artefactos y que de forma inconsciente supiéramos cómo utilizarlos al haberlos visto en algún programa de televisión, en casa de un familiar, etc.

Quiero pensar que la tecnología nos ayuda a evolucionar en muchos aspectos y nos prepara para el entorno que nos toca vivir, y sobre todo, que nadie nace enseñado. Sin embargo los dispositivos actuales son tan sencillos de manejar, nos hacen la vida tan fácil en muchos aspectos y sobre todo, nos lo dan todo prácticamente hecho, bien masticadito y casi digerido, que quizá estemos perdiendo una parte de nuestras habilidades para desentrañar los misterios de las futuras nuevas tecnologías, ¿no creéis?

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Foto | Makelessnoise

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