Si le preguntamos a algunos aficionados con oídos exquisitos, la ecualización es uno de los mayores pecados que podemos cometer en nuestros sistemas HiFi. Sin embargo, en la mayoría de salas no acondicionadas (y en las acondicionadas también) resulta imprescindible para adecuar la respuesta en frecuencia del equipo a las condiciones de audición.
Normalmente es un proceso que se realiza una vez y lo dejamos listo para escuchar todo tipo de contenidos. Sin embargo la idea de Gracenote es completamente distinta, ya que su nuevo sistema de ecualización dinámica promete ajustarla para cada tema que escuchemos.
Se trata de una concepto diferente al convencional y que utiliza la tecnología de identificación de la marca para en primer lugar averiguar qué canción vamos a reproducir. Para ello accede a una base de datos con más de 10 millones de pistas musicales e identifica nuestro CD, archivo digital o incluso también una emisión desde radios FM y AM.
Una vez que sabe de qué canción se trata, conoce qué estilo musical se le aproxima más y ajusta el ecualizador para ofrecer el mejor sonido posible basándose en esa información. Por supuesto no es un ajuste tan fino como el que hacen los sistemas de corrección acústica, pero en según que casos puede ser interesante.
En principio Gracenote aplicará esta tecnología a los equipos de sonido para vehículos, pero si tiene éxito y buena aceptación en poco tiempo podríamos ver algo similar en los sistemas HiFi e incluso de home cinema.
Más información | Gracenote
Ver 1 comentario
1 comentario
manumi
Una soberana tontería. La ecualización es necesaria para corregir los defectos de la sala e incluso del equipo, para que el sonido sea como era intención que fuese. NO se puede cambiar el criterio para cada canción.
Me recuerda a los equipos que te ponen una ecualización para cada tipo de música como si eso tuviera sentido más allá de argumentos comerciales vacíos.
Es como si ajustásemos la imagen en una TV para cada película, ¿qué sentido tendría? El sonido como la imagen deben estar calibrados (ecualizados) precisamente para asegurarnos de que recibimos la información AV tal y como pretendía el artista responsable (director, productor, cantante, compositor, etc.)
Lo dicho, una verdadera tontería.