Los detectores de humos han sido tradicionalmente unos pequeños dispositivos creados para pasar desapercibidos durante la mayor parte de su vida útil, ahí, en un rincón perdido del edificio, sin llamar la atención y con la única función de activarse si hay humo.
La empresa Pyrexx piensa que estos equipos no tienen por qué ser aburridos, sino que pueden ofrecer mucho más, empezando por un aspecto visual llamativo y siguiendo con una serie de funcionalidades adaptadas a los hogares inteligentes.
Para ello su nueva línea de detectores se vende con 40 terminaciones exteriores diferentes, fabricada con materiales que van desde el plástico o la madera hasta cristales de Swarovski. Además, cuentan con un sistema de comunicaciones inalámbrico integrado capaz de enlazarse con hasta 210 detectores para que, si uno detecta humo, se active la alarma en todos.
También tienen puerto Ethernet y enlace con redes de telefonía móvil desde los que informar a una aplicación en nuestros móviles sobre el estado del detector, si hay que limpiarlo porque tiene exceso de polvo, si la batería que se supone dura 12 años se ha agotado o para saber cuál es la temperatura de la habitación. ¿Su precio? Pues a partir de 50 dólares la unidad.
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