Cinco cosas a tener en cuenta antes de comprar un monitor para trabajar

Antes sólo necesitábamos un simple monitor para trabajar, pero los tiempos cambian, la tecnología avanza y ahora cada monitor está orientado a un tipo de actividad específica. Por este mismo motivo hemos querido escribir este artículo para orientaros a la hora de comprar un buen monitor para trabajar, enumerando los cinco apartados clave y seleccionando un surtido de modelos con una buena relación entre calidad precio.

Nuestra selección de monitores para trabajar, de un vistazo

• BenQ GW2490E, con pantalla IPS de 23.8 pulgadas y con protección ocular.
• Asus TUF VG289Q, con pantalla IPS 4K de 28 pulgadas y compatibilidad con el formato HDR10.
• Xiaomi Curved G34WQi, con pantalla ultrapanorámica de 34 pulgadas, con dos puertos DisplayPort y con protección de la luz azul.
• Lenovo L24m-40, con pantalla IPS de 24 pulgadas y con una peana regulable en altura.
• Samsung LS27C312EAUXEN, con pantalla IPS de 27 pulgadas y con protección ocular.

Qué tipo de panel necesitas

Antes de comprar un monitor debemos tener claro qué tipo de panel utiliza para que podamos tener la mejor experiencia posible mientras trabajamos. Los monitores pueden contar con un panel IPS, VA o TN, y cada uno de ellos presentan sus correspondientes ventajas y desventajas. También nos encontramos con los monitores con panel OLED, pero son mucho menos habituales (incluso menos que los VA) y sus precios suelen ser muy elevados.

Con todo ello, no existe una regla que nos indique el monitor perfecto para cada actividad, pero por lo general, los monitores TN están orientados al gaming por sus altas tasas de actualización y por sus reducidos tiempos de respuesta, mientras que los monitores IPS son ideales para trabajos de edición de imágenes y de vídeo por su calidad de imagen y por la reproducción del color.

Además, a diferencia de lo que ocurría hace ya algunos años, los monitores IPS actualmente suelen encontrarse a muy buen precio, y un buen ejemplo de ello es el modelo BenQ GW2490E (89,99 euros), que además cuenta con protección ocular y ofrece una alta tasa de actualización.

Monitores grandes o pequeños

Es importante tener en cuenta el tamaño de un monitor en base al espacio que tenemos disponible en el escritorio, pero lo recomendable es que por lo menos el tamaño sea lo suficientemente grande como para poder trabajar de forma cómoda. Y salvo que necesitemos algo en concreto, los monitores de entre 24 y 28 pulgadas son los más ideales para trabajar.

La elección también dependerá en gran medida si queremos trabajar con una, dos o tres pantallas. Si trabajamos con una sola pantalla, es mejor apostar por un monitor de al menos 27 o 28 pulgadas para que podamos visualizar bien el contenido y realizar varias tareas a la vez. En cambio, si utilizamos dos pantallas, podemos tener una pantalla de 24 pulgadas y otra más grande que podrá ser la principal; esto ya es cuestión de gustos.

Pero, por otro lado, si queremos utilizar tres pantallas podemos tener varias configuraciones muy interesantes. O bien podemos comprar un monitor ultrapanorámico que permita dividir la pantalla si lo necesitamos o bien apostar por tres monitores de igual o diferente tamaño; incluso podemos tener uno de ellos en posición vertical.

Con todo ello en mente, un monitor de 24 pulgadas será ideal para trabajar realizando una o dos tareas a la vez, y otro de 28 o más pulgadas nos permitirá realizar múltiples tareas sin ningún problema.

La relación de aspecto y los hercios

A raíz de lo que hemos comentado antes, la mayor parte de los monitores que vamos a encontrar en las tiendas vienen con pantallas panorámicas, pero también podemos encontrar otros modelos con pantallas ultrapanorámicas, que pueden distinguirse visualmente por ser más largos horizontalmente y que son bastante útiles para realizar varias tareas a la vez, sobre todo para trabajar editando imágenes y vídeos.

La mayor parte de estos monitores cuentan con un modo split que permite dividir la pantalla, de tal forma que en un sólo monitor podemos tener varias pantallas de menor tamaño. Dependiendo de las pulgadas, estos monitores se podrán dividir en dos o tres pantallas. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que en muchas ocasiones estos modos split sacrifican otros apartados de los monitores, como puede ser la tasa de actualización de las pantallas.

La conectividad

Es importante conocer cuál es la capacidad que tiene un monitor para conectar diferentes dispositivos y accesorios, y aquí debemos prestar atención a su apartado de la conectividad. Si queremos tener conectado un ordenador, al menos ha de tener un puerto HDMI o DisplayPort, pero si queremos conectar otros dispositivos es recomendable elegir un modelo que cuente con más puertos HDMI.

Lo mismo ocurre con otros dispositivos y accesorios que requieren de un puerto Jack 3.5, como es el caso de unos altavoces externos. También es interesante que por lo menos el monitor cuente con un puerto USB-A o un puerto USB-C.

Funciones y añadidos en los monitores

Cada vez son más los monitores que vienen con funciones, tecnologías y añadidos que pueden ser interesantes para trabajar. Si vamos a trabajar durante muchas horas delante del monitor, es recomendable que este cuente con una protección de la luz azul para reducir la fatiga ocular y proteger la vista —aunque también hay gafas graduadas y no graduadas que cuentan con este tipo de protección—.

También son muchos los monitores que vienen con otros añadidos que nos evitan tener que comprar dispositivos y accesorios adicionales, como es el caso de los altavoces o de las webcam integradas. Esto, además, nos permite ahorrar espacio en el escritorio.

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Imágenes | BenQ, ASUS, Xiaomi, Lenovo, Samsung

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