En estos últimos días hemos oído hablar mucho del fin del _roaming_ dentro del territorio europeo y es que si lo pensamos bien puede verse como un absurdo el poner limitaciones en forma de fronteras digitales a la distribución de contenidos y formas de comunicarse cuando no existen límites físicos ni aduanas.
Y estas limitaciones no sólo afectaban al uso de las comunicaciones móviles, sino que también tocaban de lleno al _streaming_ de vídeo y audio. Plataformas como Netflix y Spotify hacían uso de limitaciones basadas en localización que impedían acceder a uno u otro contenido según nuestras localización geográfica. Un obstáculo que tiene sus días contados.
Y el motivo no es otro que el que los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea han aprobado nuevas normas con las que se impide que se lleven a cabo bloqueos digitales dentro del territorio Schengen. De esta forma una plataforma no podrá impedir el acceso a contenidos en función de la IP de cada usuario y su ubicación.
Los casos de Netflix o Spotify son los más representativos pero no son los únicos. Unas limitaciones que por ejemplo impedían que si resides en España puedas acceder a una serie que se emita en Alemania (dado el soporte a varios idiomas y subtítulos es algo absurdo) o a un álbum que aparezca en Spotify en Italia.
Pero no se trata de algo que se vaya a comenzar a aplicar de forma inmediata sino que la nueva reglamentación comience a ser aplicada en el primer trimestre de 2018. Una normativa comunitaria que además y junto con la abolición del "geobloqueo" también buscará impedir el cobro de cantidades extra cuando se acceda a un servicio desde un país distinto al originario de cada persona y donde reside la cuenta.
Una normativa que busca asegurar un alto nivel de protección al consumidor creando a la vez un marco de seguridad jurídica tanto para este como para las empresas. Sin embargo no todo son ventajas y pese a la eliminación de fronteras y "geobloqueos" esta nueva regulación si seguirá dando cobertura a las empresas de forma que un usuario no podrá beneficiarse de los precios de esa plataforma en otro país.
En el caso de Netflix, imaginemos que en Netflix Francia hay una promoción para nuevas altas a mitad de precio. Esta normativa impide así que un usuario en España use la plataforma del país vecino en detrimento de la española para beneficiarse de una determinada promoción o precio.
No obstante y pese a este matiz, se trata de una muy buena noticia, sobre todo para aquellos que viajan frecuentemente o residen en el extranjero y que busca normalizar una situación que ya pecaba de absurda en muchos momentos.
Vía | Ecodiario
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