El pasado 30 de enero tuvo lugar en Dos Hermanas la tercera edición del #DHInnova, un evento que pretende promover y difundir la cultura de la innovación y en consecuencia estimular la competitividad en el sector laboral y económico. En esta tercera edición se trató el tema de la innovación y el cambio en el sector audiovisual.
Para tan polémico tema se contó con varios expertos en el tema, como Juan Carlos Tous, fundador de Filmin, o Alberto López, actor de 'El mundo es nuestro', una de las películas pioneras de nuestro país al financiarse en parte a través de crowdfunding. Juan Carlos Tous dio una charla muy reveladora en la que nos explicó el funcionamiento interno de la industria audiovisual y los problemas que esta pone a la evolución del mercado audiovisual.
La industria no quiere avanzar
A la hora de hablar del fracaso del video bajo demanda en nuestro país siempre se menciona a la piratería. Es muy fácil echarle la culpa a la piratería, lo difícil es tomar medidas al respecto, y la industria audiovisual en nuestro país prefiere quejarse a tomar medidas. Y si alguien dentro de la industria intenta innovar se le boicotea, como le pasó a Paco León con su película 'Carmina o Revienta'.
El mayor problema reside en la distribución. Los cines tienen las películas en exclusiva durante 4 meses (antes eran 6) y a pesar de que quiten una película a las 2 semanas porque no tenga éxito en taquilla, esa película no puede distribuirse por ningún otro medio hasta pasados los 4 meses. Luego hay un tiempo exclusivo para alquiler físico, más tarde llega la venta directa y al año ya se puede empezar a distribuir por otros medios, como el video bajo demanda.
Aquí el problema básico es que a las grandes empresas que hay tras la industria audiovisual les da igual que haya otros modelos de negocio viables, si las grandes productoras y los dueños de los cine no se lucran tanto como esperan, le echan la culpa a la piratería. No se dan cuenta que el espectador, además de no poder pagar casi 10 euros por ir al cine, quiere ver las películas como, donde y cuando él quiera.
Se dice que en nuestro país somos muy piratas, que no pagamos por nada. Nosotros mismo lo decimos resignados, pero si tal película está de moda por haberse llevado tantos Goya y ya no está en el cine lo primero que hacemos es buscar en Internet. Si en la red en vez de encontrarnos una opción legal que nos permita ver la película a buena calidad por un par de euros, lo único que nos encontramos son versiones piratas gratuitas de mala calidad, no tenemos opción... Bueno, sí, esperarnos unos meses y comprarla a un precio desorbitado, pero si no queremos comprarla y solo alquilar habrá que esperar otros cuantos meses más.
La comodidad de nuestro hogar
La industria tiene que entender que ya no es que no queramos ir al cine, es que con los actuales televisores y sistemas de sonido que hay para el hogar, es una gran opción ver cine en casa. Por muy altos que sean los indices de piratería en nuestro país, una gran mayoría del publico nos negamos a ver copias piratas de nefasta calidad en nuestros televisores de alta definición.
El problema es que cuando una película decide saltarse el modelo tradicional e innovar se la boicotea, como le pasó a 'Carmina o revienta' de Paco León. Esta película se puso a la venta en Internet, en DVD y Bluray y en alquiler en Filmin el mismo día de su estreno en cines, motivo por el cual las salas de cine no quisieron proyectar la película (con excepción de las pequeñas salas que no pertenecían a las grades cadenas)
Pero por mucho que bloqueen, las nuevas formulas innovadoras ya se han probado y seguirán saliendo más y más productoras que se nieguen a seguir ese obsoleto modelo tradicional. Las opciones para ver cine en casa son cada vez mayores, y aunque lentos nos vamos acercando a los modelos que tan bien vemos funcionar en otros paises.
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