Llámame rara o tacaña, pero no me gusta pagar por las cosas que no uso: ese gimnasio al que solo has ido una vez este mes, esas clases de francés en la que no te ven el pelo o la suscripción a Netflix cuando lo último que te enganchó fue Dahmer. Es mi caso. Aunque el detonante fue el fin de las cuentas compartidas tal y como las conocíamos, la realidad es que no le sacábamos partido a Netflix.
Partiendo de esta premisa, puede sorprender que Amazon Prime Video se haya convertido en mi servicio de streaming favorito, pero tiene todo el sentido del mundo.
Prime Video sigue siendo un (buen) extra
Netflix llegó a mi vida hace años casi de casualidad, fruto de una conversación con una amiga, que quería cubrir un hueco en su plan Premium. HBO Max aterrizó con mi pareja, que comparte cuenta con una amiga. Disney+, Filmin y Apple TV+ han ido entrando y saliendo de acuerdo con mis necesidades, a veces aprovechando promociones y otras porque había algo que quería ver.
¿Y Amazon Prime Video? "Siempre" estuvo allí: soy suscriptora de Prime prácticamente desde que estuvo disponible aquí, así que cuando en 2016 Prime Video llegó a España, tuve la oportunidad de disfrutarlo... pero no lo hice, vivía en una casa de alquiler con un veterano televisor que no era smart. Con la pandemia me compré mi primer televisor, un smart TV 4K de 55" de TCL con el que estoy contentísima.
En 2020 no le saqué mucho partido, apenas 'Transparent' y 'The Man in the High Castle', algún episodio de Seinfield y poco más. Vaya por delante que esto no es Sensacine y que por tanto, la meta no es listar lo mejor del servicio de streaming, pero allí descubrí 'Fleabag', mi serie favorita y he disfrutado recientemente con las comedias 'Sin huellas', 'Niñas bien' o 'A League of Their Own'.
Si hablamos de cine, no me he perdido películones galardonados y relativamente recientes como 'Argentina 1985', 'En los márgenes', 'Being the Ricardos', 'Una joven prometedora' 'Spencer' 'Midsommar' o taquillazos como 'Aves de presa'. Con el tiempo Amazon se ha ido poniendo las pilas y me ha ido atrayendo su catálogo y no me olvido de su ambiciosa producción 'El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder', que merece una mención especial después.
El párrafo anterior tiene un objetivo más cualitativo que cuantitativo, porque no soy una consumidora de contenido exhaustiva. Vamos, que ni he listado todo lo que he visto ni tampoco devoro todo lo que se me pone por delante. De hecho, si echo un vistazo a lo que he visto en el último año, la realidad es que en general me he despegado de sentarme en el sofá (la vida después del COVID) y que Prime Video copa mi top 1. Pero lo mejor de Amazon Prime Video no es que su catálogo me haya conquistado últimamente, es que aunque lo hiciera, seguiría siendo suscriptora.
La clave está en que Prime Video me sale "gratis". Echa un vistazo a las estadísticas de mis beneficios de Prime. Pago 50 euros al año por tener envíos rápidos y gratis y como efecto colateral, tengo (entre otras cosas, porque en estos momentos estoy disfrutando de tres meses gratis de Music Prime) Prime Video incluido.
Si esos 50 euros fueran solo por Prime Video, ahí quizás podríamos comparar de tú a tú en igualdad de condiciones. Pero aún así, seguiría saliendo más barato que Netflix, HBO Max, Apple TV+ y demás. Sí, sé que los anuncios en Amazon Prime Vídeo ya están aquí, pero es que me da igual: no voy a pagar más. Aunque lo hiciera, seguirían saliéndome las cuentas porque es un servicio colateral del principal.
Porque Prime Video tiene letra pequeña, que conviene tener en cuenta. 'Los anillos de poder' es la serie más cara de la historia y una ostentación del poderío de Amazon en todos los sentidos. Resulta irónico que la producción más costosa llegue de una empresa que no está exprimiendo su servicio de streaming.
Porque a día de hoy Amazon no está cobrando lo que realmente vale y lo que necesitaría para que fuera rentable. Simplemente porque puede: puede puede vivir y ser una de las big tech más exitosas sin monetizar esa rama.
Lo de que Netflix no puede competir: no pueden competir con el músculo financiero de Amazon. Para Amazon es algo “secundario”, mientras que para Netflix el streaming es el core del negocio. Si buscara la rentabilidad de su servicio de streaming, la suscripción de Prime Video tendría un coste significativamente más alto.
El resumen de mi situación es algo así como "vine por los envíos rápidos y gratis y me quedé por todo lo demás" y sé que no estoy sola en esto. La estrategia de los precios bajos funciona para atraer clientes, algo ideal en el estadio inicial de una industria. Vaya que sí: por un lado por méritos propios y por otro por deméritos ajenos y la popularización del streaming, la realidad es que Amazon Prime Video ya es la plataforma número uno en España. Cuando Amazon decida ordeñar esta vaca, veremos.
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