En aquellos años donde el concepto de Smart TV comenzaba a formarse, había multitud de compañías que trataron de desarrollar su propio software para televisores. Sin embargo, tardamos mucho tiempo en conocer un sistema operativo que fuese universal y que cualquier fabricante pudiera adoptar, como es el caso de Google TV/Android TV en la actualidad. Aunque hubo algunos que decidieron probar aprovechando su relevancia en otros sectores, como ocurrió con Canonical con su versión de Ubuntu para televisores.
Ubuntu TV fue presentado durante el CES de 2012 como una alternativa a los sistemas operativos para Smart TVs que existían en aquel momento. La idea era ofrecer una experiencia limpia y conectada a través de software open-source, y con un aire muy similar al de Ubuntu para ordenadores pero optimizado para teles.
El sistema operativo que nunca creímos que necesitaríamos
El sistema operativo pudo probarse durante la feria del CES, y sus desarrolladores mostraron en varias ocasiones de lo que era capaz el sistema operativo, ofreciendo una interfaz limpia y centrada en la reproducción de contenido y disfrute de aplicaciones tales como YouTube o navegadores.
La idea era bastante atractiva, sobre todo porque de seguir adelante el proyecto, ahora mismo podríamos contar con un sistema operativo en el que no nos bombardeasen constantemente con publicidad ni recopilasen nuestra información de forma tan agresiva.
Si bien tenía todos los ingredientes como para ofrecer una experiencia atractiva para el usuario y optimizada para un rendimiento estable, la fundación Ubuntu falló a la hora de buscar socios que quisieran instalar el sistema operativo en sus televisores. Por aquel entonces, las marcas que más apostaron por la Smart TV ya tenían una hoja de ruta con un ecosistema propio, decidiendo tirar por su propio camino en cuanto al software de los televisores inteligentes se trataba. De las únicas que hicieron el amago fue Sony con el lanzamiento de Google TV en 2010 (el S.O anterior al que conocemos hoy día), aunque no terminó de cuajar.
Otro de los factores que hicieron irrelevante a Ubuntu TV fue la salida de los centenares de TV-Boxes y dongles HDMI como Chromecast, Roku, Apple TV, entre otros, haciendo que cualquiera pudiera obtener la experiencia de una Smart TV sin gastarse un dineral en un televisor con un sistema operativo preinstalado.
Muchos se preguntan si Ubuntu TV le hubiera ido mejor si en vez de distribuir su sistema operativo formando acuerdos y preinstalado en el televisor, hubiesen escogido distribuirlo bajo su propio hardware por medio de un TV-Box. Por aquel entonces, la idea de Ubuntu para móviles también resonaba, y aquella ambición de expandirse a otras áreas acabó difuminándose y perdiéndose por el camino para finalmente seguir desarrollando lo que siempre han sabido hacer: su propia distro para ordenadores.
A día de hoy, si queremos optar por una experiencia similar en televisores, siempre podemos hacer uso de Kodi o de una Raspberry Pi con una distro de Linux instalada y conectada al televisor.