Hoy día con el crecimiento de las pantallas en los dispositivos móviles vemos cómo estos hacen que sea más fácil ver contenido multimedia y además hacerlo con calidad. Aún recuerdo los vídeoclips que veía en mi añejo iPod Classic y su diminuta pantalla. En aquella época me parecía algo increíble y hoy, con el paso del tiempo parece una broma cuando lo vuelvo a usar si lo comparo con la pantalla del Samsung Galaxy Note 8.
Además en los modernos terminales contamos con aplicaciones para acceder vía _streaming_ (es lo que tiene la conectividad permanente) a vídeo y audio, aumentando notoriamente las posibilidades pero ¿realmente consumimos contenido en nuestros móviles y tabletas? En mi caso personal las horas que paso viendo vídeo bajo demanda son anecdóticas si las comparo con las que paso ante la pantalla del televisor. Una forma de proceder que al parecer no es tan extraña, al menos con Netflix.
Y es que al parecer, gran parte del contenido que se consume de la popular plataforma de vídeo en _streaming_ se lleva a cabo en televisores. Los registros se pueden llevar a cabo desde terminales móviles u ordenadores, en los que además se comienza a veces a ver más contenido, pero al final los patrones de uso cambian y el televisor manda.
Nada que ver con lo que muchos podían prever con un futuro en el que los teléfonos móviles ocupaban el centro de nuestras vidas y donde buena parte del consumo multimedia se hace en sus pantallas. Los _smartphones_ son protagonistas, pero hay aspectos en los que aún no dominan el mercado.
Y es que por mucha calidad que posean, que eso no se puede negar, no resulta tan cómodo cómo sentarse en el sofá o en el sillón de casa y ver una generosa pantalla de televisión con un sonido de calidad, sin tener que lidiar con tener que llevar el _smartphone_ en la mano y con posibles interferencias externas o problemas de luminosidad en la pantalla.
Y no, no sólo es Netflix, pues hay otras plataformas de consumo de vídeo en _streaming_ para las que los televisores suponen una interesante fuente de visualizaciones. Es el caso de YouTube, pues ya afirmó que su servicio de televisión en vivo, que había lanzado como una oferta para dispositivos móviles, estaba generando más de la mitad de sus transmisiones en televisores.
De esta forma y pese a la inundación que sufrimos por parte de los teléfonos inteligentes y en menos medida de las tabletas, está claro que hay tareas en las que por ahora estas no reemplazan a los televisores. Es el caso del consumo de vídeo, donde los televisores siguen siendo los reyes.
Fuente | Recode
En Xataka SmartHome | Te contamos cómo establecer de forma permanente el audio y los subtítulos del contenido que consumes en Netflix
