Comprar un televisor nuevo es, como ya vismos en nuestra primera guía, algo divertido aunque también agotador. Recorrer los catálogos de todos los fabricantes, ir de tiendas a ver modelos en exposición, informarse y comparar entre modelos son acciones comunes que todos, en algún momento, hemos hecho con mayor o menor intensidad.
Con idea de actualizar un poco y de cara a los que aún estéis pensando en cambiar de tele con motivo del Mundial de fútbol de Brasil, aquí tenéis nuestra guía definitiva para comprar un televisor en 2014.
Reglas básicas para comprar un televisor
Para comprar un televisor nuevo es importante tener en mente cuatro reglas básicas. Estas nos ayudarán a realizar una primera criba de todas las posibilidades existentes en el mercado.
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Nunca compres sólo mirando la hoja de especificaciones. Un televisor es algo más “complejo” que un ordenador. Y no, no me refiero por su electrónica en sí, sino porque las especificaciones que los fabricantes nos enseñan no suelen luego corresponderse con la experiencia de uso. Menos aún si no tenemos claro qué son apartados como los Hertzios CMR, MCI,… en definitiva Hertzios no reales. Por tanto, anota valores pero sólo para tener una idea aproximada de si cumple o no tus espectativas.
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El tamaño importa. Y no me refiero a que cuanto más grande mejor. Calcular de forma correcta cuál es la diagonal de pantalla ideal según nuestra distancia de visionado hará que disfrutemos de una verdadera experiencia satisfactoria o no. Como sabréis, y si no os lo recordamos, la distancia de visionado ideal se puede obtener mediante una sencilla formula:Distancia visionado = Factor TV x Altura de la pantallaDonde el Factor TV es de 1,5 si es un televisor UHD/4K y 3 para Full HD. Luego,
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El sonido mejor no tenerlo en cuenta. La mejor forma de valorar un televisor es centrándose sólo en su calidad de imagen. El sonido es importante pero sabemos que en televisores tan planos no siempre resulta satisfactorio. Por tanto, es importante tenerlo en cuenta pero sin obsesionarse. Porque, podremos encontrar televisores que suenen muy bien p ero con una calidad de imagen inferior. Y para el sonido siempre hay soluciones (receptores A/V, equipos HiFi, barras de sonido…) pero para la imagen no.
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Fijate un precio máximo. Todos tenemos un presupuesto que nos impedirá llegar a ese modelo que tanto nos gusta pero que se escapa. Por tanto, antes de comenzar a mirar establece cuánto estas dispuesto a gastar. Ten encuenta que luego solemos subir un poco si vemos un modelo superior por poco más. Claro que también ahorrar si aprovechamos posibles ofertas.
Calidad de imagen, las nuevas tecnologías
Aun existiendo algunos modelos en el mercado, lo cierto es que la fabricación de televisores de plasma es algo inexistente. Los fabricantes han decidido apostar por paneles LCD y poco a poco por OLED. Por tanto, ahora ya depende de la calidad de dichos paneles y los ajsutes que cada marca realiza para ofrecer una imagen satisfactoria en todos los aspectos para el usuario.
Una aproximación a qué tipo de pantalla debemos optar la podéis encontrar en el artículo donde hablamos sobre qué es LCD, LED y Plasma. Ahí falta el tema OLED, una tecnología que ofrece ventajas como una mejora en la representación de color, menor consumo y calidad de los negros pero que por el momento, por su coste de fabricación, son demasiado caros.
Por tanto, nos quedamos con los televisores LCD. En particular, con los que usan un panel LCD con iluminación LED. Y ahora se nos abren dos nuevas posibilidades: resolución FUll HD o 4K. Con precios cada vez más ajustados, los televisores 4K son una realidad que ofrecen importantes mejoras. Claro que ahí somos “esclavos” del contenido. Si no ofrece una calidad mínima no aprovecharemos todo el potencial de los televisores 4K.
Así que las pantallas con resolución Full HD siguen siendo la opción número uno de cualquier comprador.
Cómo valorar la calidad de imagen en un televisor
El escenario ideal sería un laboratorio donde poder medir el porcentaje del espacio de color usado capaz de representar, brillo total del panel, calidade de los negros y una serie de parámetros adicionales. Pero sabemos que no es posible. Por tanto es nuestra experiencia y grado de exigencia lo que nos llevará a determinar nuestra pantalla idea. Eso sí, siguiendo unas pautas sencillas y al alcance de todos.
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Iluminación de la pantalla. Para medir este aspecto sólo necesitaremos encender la pantalla y sin ninguna fuente de entrada o con una imagen estática y preferiblemente de color oscuro. Ahora observamos si se aprecian posibles zonas donde veamos cómo la iluminación varia. Algo que además, nos permite detectar posibles problemas de clouding, flashinglight o incluso banding (problemas con la iluminación).
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Niveles de negros. Aquí es importante usar algún tipo de contenido con escenas oscuras que conozcamos bien. De ese modo, podremos apreciar si se pierden detalles en su reproducción.
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Ángulos de visión. La posición óptima para ver cualquier pantalla es con la línea de visión perpendicular al televisor pero tener buenos ángulos de visión es importante si vemos algo en familia o incluso tumbados en el sofá o la cama. Por tanto, desplazate a los lados y también comprueba cómo se ve si te agachas o elevas por encima de esa línea de visión perpendicular.
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Nitidez de movimientos. Nos han dicho que el refresco de pantalla, los hertzios, son los que marcan la fluidez y nitidez de los movimientos. Es cierto, pero a veces no nos podemos dejar llevar por las cifras así que nada mejor que comprobar nosotros cómo se comporta. Contenido de acción o escenas como la del inicio de Notting Hill son perfectas para comprobarlo.
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Calidad de reescalado o upscaling. Y si todo lo anterior es importante, la capacidad de reescalado también. No siempre visualizamos contenido con la resolución nativa del panel. Por tanto, es el televisor y su electrónica deben crear información adicional para cubrir cada pixel del panel. Aquí, cada fabricante opta por métodos propios que en algunos casos dan mejores resultados que otros. Así que, una buena prueba es simplemente ver las emisiones de cadenas de televisión. Estas, no sólo no suelen emitir a 1080p sino que lo hacen con unos bitrate algo pobres.
El valor de los extras
Si llegados a este punto ya hemos tenemos claro en qué gama vamos a movernos. Hemos visto algunos modelos y tras realizar algunas pruebas seguimos con dudas, entonces es momento de valorar los extras. Esos detalles que pueden hacer que nos decantemos por uno u otro modelo.
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Diseño, si nos gusta estéticamente seremos capaces de conceder ciertos problemas o detalles en su funcionamiento. Sí, no debería de ser así pero es indudable que el apartado estético es importante.
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El sonido no sería un extra pero a igual calidad de imagen si el sonido es mejor en uno que otro puede ser clave para decidir.
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Plataforma Smart TV. Con dispositivos como el Apple TV, Amazon Fire TV o similares es cada vez menos importante. Pero, sigue siendo un punto a considerar. Sobre todo ahora que ya hemos visto propuesas como WebOS de LG o el reciente Tizen de Samsung. Aquí Samsung y LG llevan ventaja pero no perdería de vista a Panasonic y sus novedades como My Stream, características que pudimos ver con el Panasonic AX800.
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Control remoto. El clásico mando a distancia sigue siendo una opción valida pero ya contamos con otras posibilidades que resultan ser muy cómodas. Algunos televisores incluyen un segundo mando a distancia con sólo los botones necesarios para el cambio de canal, volumen y acceso a menús. Dejamos fuera todo el resto de la botonera que termina siendo un estorbo y propiciando mandos de dimensiones generosas. También, algunos permiten el control por gestos o voz como los últimos de Samsung, Panasonic o el ya clásico Magic Remote de LG.
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Conectividad. Si todos, por ser Smart TV, ya disponen de conexión ethernet no todos incluyen wifi. Por tanto, si no queremos comprar accesorios adicionales o recurrir a PLCs, tener wifi es importante. También está la opción de contar con conexión bluetooth. Ideal si pretendemos usar un teclado externo para facilitar la navegación por internet o búsquedas en aplicaciones como Youtube.
Conclusiones
En próximos artículos entraremos en detalles sobre algunos aspectos que afectan a los diferentes modelos de televisor y que inciden en su calidad de imagen. Pero mientras, con estos puntos creo que contamos con la metodología para conseguir encontrar nuestro nuevo televisor ideal. Aunque el tiempo invertido en buscar también afectará.
Por último, si os sentís un poco abrumados ante detalles que tal vez se os escapen por vuestro perfil de usuario, os resumiremos un poco. La televisión ideal se compra:
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Fijando un presupuesto máximo
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Estableciendo el tamaño de pantalla idéal
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Preseleccionando una serie de modelos iniciales
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Comparar características y señalar puntos de interés de cada modelo
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Comprobar in situ la calidad de imagen de cada uno
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Decididos los candidatos valorar los extras para elegir
¿Fácil? No os preocupéis. También vamos a ver diferentes opciones según rangos de precios y algún que otro artículo relacionado. Para que podáis disfrutar de la mejor imagen y sonido.
En Xataka Smart Home | Especial Televisores 2014
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