En el pasado CES 2017 Samsung mostró una nueva gama de televisores inteligentes basados en lo que denominaban tecnología de panel "QLED" y que según la marca vendrían a mejorar considerablemente la calidad de imagen de sus actuales modelos LED SUHD, pudiendo competir directamente con los OLED.
Básicamente se prometía más brillo (hasta 2.000 nits frente a los 1.000 actuales), más color, mejor diseño, pero sobre todo mayores ángulos de visualización, una característica que en mi opinión es la más relevante de todas y por la que realmente podría merecer la pena comprar uno de estos televisores (si no optamos por OLED, claro).
No vamos a entrar a debatir de nuevo las novedades de QLED, que podéis leer en este artículo o ver en el vídeo adjunto, ya que la noticia que hoy nos ocupa es la puesta a la venta (en reserva) de los primeros modelos en la web norteamericana de la marca, pero sobre todo los precios de salida.
Series Q8 y Q7, más caras que los modelos SUHD
De las tres series que la gama lanzará este año ya hay información de cuánto costarán la Q7 y Q8 (habrá que esperar a conocer cómo será la Q9 un modelo Premium que llegará más adelante) y las noticias no son buenas, ya que saldrán a la venta por un importe bastante superior al de los antiguos modelos SUHD de 2015 y 2016.
Según podemos ver en la web, la serie Q7 partirá en su versión más barata de los 2.500 dólares para el modelo de 55 pulgadas, subiendo hasta los 3.500 dólares para las 65 pulgadas y a unos imposibles 6.000 dólares para las 75 pulgadas. La serie Q8C (la "C" indica modelo curvo) partirá de los 3.500 dólares para la versión de 55 pulgadas y 4.500 dólares para la de 65 pulgadas.
Si, salvando las distancias, consideramos que la Q7 sería el equivalente a la anterior KS8000 y la Q8 a la KS8500, podemos observar un incremento de precio considerable, ya que estos televisores se vendían a partir de 1.800 y 2.000 dólares respectivamente.
¿Competencia directa de OLED?
Samsung podría así intentar posicionarse frente a los modelos OLED más económicos de LG que están por llegar (de los que todavía no hay precios), aunque no está claro si realmente QLED podrá competir con OLED a la hora de ver cine y series. Tendremos que esperar a tener uno de estos televisores en mano para probarlo y ver cómo se comportan.
Lo que sí parece evidente es que esos 2.500 dólares del modelo básico no le permitirán llegar al usuario medio, sino más bien al entusiasta del cine en casa que probablemente se decante por los modelos OLED de la competencia, incluyendo las nuevas propuestas de Sony y Panasonic que llegarán a lo largo del año.
Más información | Samsung
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