Cuando hoy día acudimos a comprar un televisor nos tenemos que enfrentar a una gran cantidad de cifras y nomenclaturas varias. Tamaños de diagonal, hercios, resolución, 4K, HDR... un momento, vamos a detenernos en explicar qué es el HDR y porqué puede ser una revolución silenciosa.
Y es que cuando muchos usuarios esperan la llegada del verdadero 4K (ni siquiera pensamos en el 8K) el verdadero salto de calidad en la imagen de nuestro televisor lo va a lograr el HDR, eso sí, siempre que tengamos contenidos compatibles. Y es que el HDR ha llegado a la tele para quedarse.
Las siglas HDR provienen del inglés High Dynamic Range o “Alto Rango Dinámico”. Puede que te suene de verlo en la cámara fotográfica de tu móvil como un modo más pero en el caso de la tele es algo distinto.
El objetivo del HDR es obtener un mayor contraste entre colores oscuros y brillantes, algo que es más que perceptible cuando comprobamos la diferencia entre imágenes que no hacen uso de esta tecnología y las que por el contrario si la incluyen.
Los colores con HDR se ven más vivos, más intensos, debido sobre todo al mayor contraste que encontramos y a una mayor presencia de colores, pues el HDR amplía la gama de color de la pantalla.
Por ejemplo, en una televisión 1080p o 4K sin HDR encontramos 10 tonos entre un color y otro mientras que en un modelo que cuente con HDR vamos a poder experimentar hasta 1.000 tonos que enriquecen sobremanera la imagen. Por lo tanto y en resumen se trata de ofrecer más contraste.
Negros más negros. Blancos más luminosos. Algo así como un contraste hipervitaminado que da a las imágenes un realismo mayor que el que nos han ofrecido hasta ahora las pantallas de nuestras teles.
HDR10 y Dolby Vision
Una vez ya conocemos a grandes rasgos en qué consiste el HDR toca preguntarse en que se diferencian los dos estándares actuales: el HDR10 y Dolby Vision.
La primera diferencia radica en que mientras el HDR10 es un estándar abierto libre para todos los fabricantes y creadores de contenidos, Dolby Vision es un estándar propietario que además ofrece más posibilidades.
La mayor diferencia entre ambas normas viene referida a la profundidad de color y brillo pues mientras que en Dolby Vision hablamos en términos de color de 12 bits, en 10 HDR la cifra es de 10 bits. De esta forma Dolby Vision dispone de 4.096 posibles valores RGB frente a los 1.024 valores para HDR 10, ambos muy por encima de los modelos sin HDR que podemos encontrar en el mercado (256 valores RGB de 16 millones de colores).
Además cada fotograma en Dolby Vision contiene información relativa a como se debe mostrar cada image, algo que no existe en HDR10 donde todos los fotogramas se ven de una misma forma. Así no distingue si es una escena clara, oscura, de acción... y en el paso de unas a otras se aprecia la diferencia.
Dolby Vision ofrece más calidad pero tiene una pega y es que requiere que el contenido HDR sea reproducido por medio de un reproductor compatible en una pantalla compatible que equipa un _hardware_ especial por el que cada fabricante debe pagar Dolby Vision. Sólo los aparatos con este chip, certificados y demás pueden explotar el contenido con Dolby Visión, algo que como imaginamos, repercute en el precio final del producto.
Contenido... el eterno problema
Ya nos hemos hecho con un televisor con HDR (Dolby Vision o HDR10) en el que cada fabricante optará por incluir uno de ellos o los dos. Encendemos nuestra flamante tele y toca disponer de contenido, algo no siempre fácil.
Y es que como hemos dicho, para disfrutar del HDR los contenidos deben haber sido generados desde el principio de forma que sean capaces de retener esta información adicional, y, además, nuestros dispositivos de visualización, sean televisores o proyectores, tienen que poder extraer estos datos y reproducirlos.
Los primeros que han aportado contenido en HDR han sido los servicios de vídeo bajo demanda como Amazon Instant Video y Netflix (ver Marco Polo o Narcos en 4K y HDR es una pasada). En este sentido ambas plataformas ofrecen un catálogo relativamente amplio:
Series con soporte para HDR en Netflix:
- A Series of Unfortunate Events
- Bloodline
- Chef’s Table
- Hibana
- Knights of Sidonia
- Marco Polo
- Marvel’s Daredevil
- Marvel’s Iron Fist
- Marvel’s Jessica Jones
- Marvel’s Luke Cage
- Marvel’s The Defenders
- The Do-Over
- The Ridiculous Six
Y en Amazon Video encontramos estas opciones en forma de películas:
- Bosch
- Mad Dogs
- Man in the High Castle
- Mozart in the Jungle
- Red Oaks
- Transparent
- Good Girls Revolt
- Highston
- One Mississippi
- Patriot
- The Interestings
- The Last Tycoon
- Z: The Beginning of Everything
- CHI-RAQ
- Coral Reef Adventure
- Dolphins
- The Living Sea
- Van Gogh: A Brush with Genius
- After Earth
- Amazing Spider-Man 2
- Chappie
- Elvis and Nixon
- Elysium
- Fury
- Hancock
- Men in Black III
- Pineapple Express
- Salt
- Smurfs 2
Las consolas se apuntan a la guerra del HDR
Las últimas en añadirse a este mundo han sido las consolas de sobremesa. Primero la Xbox One S que permite soporte para el contenido en HDR y que además monta un reproductor Blu-ray UHD con el que poder ver las películas compraras en este soporte.
Y en segundo lugar la PS4, ya sea el modelo actual (soporta HDR con la última actualización) o las recientes PS4 Slim o PS4 Pro, siendo esta última ** compatible con la resolución 4K**.
Lo cierto es que aunque no lo parezca en un principio, la diferencia con HDR es apreciable fácilmente. El que se implante con mayor o menor rapidez depende sobre todo que siga apareciendo contenido compatible que sepa sacarle partido y que los fabricante en muchos casos se dispongan a actualizar sus televisores de forma que el usuario no tenga que pasar por caja necesariamente tener el HDR en casa.
En Xataka SmartHome | HDR en televisores, ¿quién está ganando la carrera tecnológica, HDR 10 o Dolby Vision?
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