Si como yo sois de ver cine preferiblemente por la noche seguro que en más de una ocasión os habéis puesto a ver una película y para no molestar a los vecinos o a familia habéis tenido que bajar tanto el volumen de la tele que al final os costaba seguir los diálogos.
Esto nos obliga a estar constantemente con el mando a distancia subiendo el volumen para escuchar las voces, para luego bajarlo en cuanto hay una escena de acción. En mi caso, en más de una ocasión he puesto los subtítulos solo porque seguir los diálogos a un volumen normal era casi misión imposible.
Ya hemos comentado este problema en otras ocasiones y sus posibles causas, como una mala gestión de la conversión multicanal a estéreo, aunque también puede ser culpa de los creadores del contenido o de factores de configuración de nuestros equipos. ¿No hay nada más que podamos hacer?
Afortunadamente los fabricantes conocen esta situación y en los últimos años han venido implementando en sus equipos de sonido y televisores las funciones de compresión dinámica y/o volumen inteligente. ¿En qué consisten y cómo pueden ayudarnos a escuchar mejor los diálogos?
Subiendo el volumen de los susurros y bajando el de las explosiones
El rango dinámico en los sistemas de audio nos indica la diferencia entre los sonidos más suaves que hay en la grabación, como un personaje susurrando y los más ruidosos como un disparo o una explosión.
Los equipos de televisión y cine en casa modernos pueden jugar con este rango incrementando el volumen de los sonidos más suaves y disminuyendo el de los más fuertes de modo que todo se mantenga en un rango tolerable sin que nos perdamos los pequeños detalles. Es lo que se conoce como compresión dinámica del sonido.
Lo normal es que la propia pista de audio contenga información extra sobre cómo hacer esta compresión de forma eficaz, permitiendo a la tele, barra de sonido o home cinema saber qué debe atenuar o reforzar y en qué medida, aunque cada vez más procesadores digitales de sonido son capaces de ajustar sobre la marcha este tipo de parámetros para ofrecernos un control de decibelios que se ajuste a nuestras expectativas.
Cada fabricante suele llamar a este tipo de funciones con un nombre diferente, como "compresión dinámica", "escucha nocturna", "modo nocturno", etc., pero suelen ofrecer más o menos lo mismo, con diferencias en cuanto a cómo realizan su tarea, claro.
Además, cada vez más equipos cuentan con funciones de control de volumen inteligente cuya misión es mantener constante el nivel de presión sonora con independencia de la fuente que estemos escuchando. Por ejemplo, los canales de la TDT se suelen escuchar con mayor volumen que las películas en formatos ópticos o de fuentes en streaming. Esta es una de las cosas que se intenta solucionar.
En los sistemas de sonido más avanzados, como los receptores AV, además podemos encontrarnos con funciones que nos ayudan a mantener constante la percepción acústica a cualquier nivel de volumen. Es decir, que disfrutemos de todos los detalles y sutilezas del sonido tanto a volúmenes muy bajos como a muy elevados. Es lo que algunos fabricantes denominan "ecualización dinámica".
Ventajas e inconvenientes de usar estas funciones
Muy bien, ya sé para qué sirven estas funciones de escuchar nocturna y compresión dinámica. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene si las activo en mi tele o home cinema?
La principal ventaja es que tendremos un volumen general más equilibrado y que estará centrado en torno a un nivel de decibelios más o menos fijo. Las partes con volumen más bajo en la pista de sonido como los diálogos y efectos especiales sutiles subirán de nivel y los escucharemos mejor, al tiempo que los sonidos más potentes como disparos, explosiones o la propia música se reducirán de volumen.
El resultado es que podremos poner una película por la noche entendiendo mejor los diálogos y sin que de repente nos abrume el sonido de un efecto especial como un disparo, explosión, etc.
Su principal desventaja es que estaremos perdiendo dinámica en la banda sonora. Es decir, no tendremos tanta pegada como si dejamos la función apagada y reduciremos esa sensación "de cine" que muchos buscamos al comprar y configurar nuestros equipos.
Entonces, ¿es mejor no usarlas? Pues depende. Son funciones muy concretas para casos de uso muy determinados: cuando queremos escuchar mejor los diálogos por la noche sin molestar a los vecinos por ejemplo. Afortunadamente podemos activarlas y apagarlas fácilmente desde el mando, por lo que su uso está recomendado en este tipo de casos y luego, en el día a día, podemos tenerlas desconectadas.
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