Con la llegada de Windows 8 se apostó por el uso de interfaces táctiles. Y hoy en día es normal ver cómo más y más productos nos invaden con esas opciones de poder ser usados mediante gestos. Uno de los últimos es el Philips 231C5, un monitor táctil que hemos podido analizar. ¿Qué ofrece este monitor? ¿es útil? ¿ofrece una buena experiencia de uso? Son las preguntas que vamos a responder.
Características
Características | Philips 231C5 |
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Pantalla | Táctil (hasta 10 puntos)de 23 pulgadas |
Resolución | 1920x1080 |
Respuesta | 5ms |
Brillo | 250 cd/ms |
Contraste | 1.000:1 |
Conexiones | HDMI, MHL, DisplayPort, VGA, 2x USB 3.0 |
Extras | Altavoces 2 x 2w, Webcam |
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Con un diseño que podrá gustar más o menos, el monitor de Philips ofrece las conexiones típicas aunque añade el soporte MHL que para conectar dispositivos móviles es más que interesante. Además tenemos una webcam que nunca viene mal y dos altavoces de 2w que aun siendo poco es válido para tener un poco de audio sin recurrir a altavoces externos.
Calidad de imagen
Un monitor se valora por su calidad de imagen y aquí tenemos uno que cumple pero del que no podemos esperar nada sobresaliente. Me explico, el monitor de Philips hace uso de un panel IPS de 23 pulgadas táctil, esto le permite ofrecer unos buenos ángulos de visión y una representación de color buena. Además ofrece los ya clásicos modo de cine, juego, texto, foto, oficina y ahorro para adaptar la imagen y mejorar el uso.
Con un nivel de brillo de 250 cd/ms y una relación de contraste de 1.000:1 que llega hasta los 20.000.000:1 a través de SmartContrast, la imagen es buena y tanto los elementos de la interfaz del sistema operativo así como contenido multimedia se muestra con una buena nitidez. Eso sí, sus 23 pulgadas y resolución 1920x1080 a mi personalmente no me convence. Estoy acostumbrado a escritorios con más resolución.
Pero para el usuario medio es más que suficiente. Sobre todo si es para ver películas o juegos. Hablando de juegos, con su resolución Full HD a 60 Hz, el tiempo de refresco es de 14ms que gracias a una tecnología que denominan SmartResponse es capaz de verse reducido hasta los 5ms. Una mejora a nivel de electrónica que siempre es agradecida por jugones, aunque si queréis un pantalla para juegos tal vez esta no sea la más adecuada.
Control táctil, su principal atractivo
No nos podemos engañar, el atractivo de este monitor no es otro que su pantalla táctil. En equipos con Windows vamos a poder controlar el sistema tocando la pantalla. Siendo Windows 8 la versión dónde más partido le sacaremos al aprovechar su interfaz pensada para pantallas táctiles.
Configurar el monitor como dispositivo de entrada es algo tan sencillo como conectar el cable de vídeo que vayamos a usar (HDMI, DVI, VGA,…) y el USB a nuestro ordenador. El equipo detectará el monitor como dispositivo de entrada y listo. Tocando cualquier punto de la pantalla hará que desplacemos el ratón a esa posición, si estamos en un entorno clásico, o interactuemos con las baldosas o apps pensadas para el control por gestos de Windows 8.
Con una muy buena respuesta, fluida y precisa, acceder a las aplicaciones, cambiar entre ellas, etc es realmente fácil. Tendremos todos los gestos que podemos hacer en otros dispositivos táctiles como la Surface, incluso deslizar el dedo desde fuera de la pantalla hacía el interior. De modo que en general la experiencia de uso, si nos limitamos a cómo reacciona a nuestros gestos, es buena.
Conclusiones
Con un diseño funcional gracias a una peana que nos permite colocar el monitor de diferentes maneras, el Philips 231C5 es un producto interesante y útil en determinados entornos pero no todos. Puede ser un monitor orientado al uso doméstico pero yo lo vería más interesante en comercios. En casa tiene su atractivo pero estar interactuando con una pantalla táctil de estas dimensiones no es cómodo.
A esto le sumamos que el producto tiene un precio cercano a los 500 euros. Si vamos a usar mucho sus posibilidades táctiles se puede justificar pero si es algo puntual entonces no. Porque la calidad de imagen es buena pero por ese precio encontramos pantallas de 27", más resolución y gran calidad de imagen. Y si no usaremos mucho la opción táctil hay pantallas más económicas con la misma calidad.
En definitiva, un producto interesante, que no defrauda si sabemos lo que buscamos y que funciona muy bien. Si buscabas un monitor táctil es una gran opción.
Más información | Philips
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