Más resolución a veces no es la mejor opción. Actualmente parece imposible combatir contra el gran interés que las altas definiciones están generando. El Full HD ya no parece suficiente y pensamos en pantallas 4K. Por tanto, parece ser pecado querer elegir un televisor con menor resolución.
Seguro que cada uno tendrá su opinión. Yo quiero dejar claro que estoy a favor de adquirir productos con la última tecnología pero siempre que vaya a ser capaz de aprovecharla si no es en el momento sí al cabo de poco tiempo, antes que dicha tecnología pase a ser "obsoleta". Por tanto, ¿por qué recomiendo un televisor con menor resolución?
Motivos para apostar por televisores no Full HD
Adquirir un nuevo televisor no creo que sea una tarea complicada aunque es cierto que con la amplia oferta que cada fabricante ofrece resulta algo confuso. Nosotros vimos una guía de compra de un televisor que pretende ayudar a comprar lo que verdaderamente necesitamos. Y es con esa idea, lo que verdaderamente necesitamos, la que me permite afirmar que en ocasiones un televisor con menor resolución es mejor opción.
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¿Qué calidad ofrece el contenido que ves? A la mayoría nos gusta disfrutar del cine, series, eventos deportivos o simplemente de la programación que las diferentes emisoras ofrecen (aunque a veces cueste encontrar algo de calidad). Revisa el contenido y comprueba la calidad, es decir la resolución del archivo. En muchos casos la mayoría de usuarios está visualizando contenido que no llega a los 720p. Cuando reproducimos contenido con resolución inferior a 1080p el televisor debe reescalar el contenido para que ocupe toda la pantalla, esto afecta a la calidad y pese a las mejoras sigue generando algunos artefactos y bordes dentados en la imagen. Así, el primer motivo es que no visualizamos contenido con resolución mayor que 720p.
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Tamaño de pantalla y distancia. La diferencia entre una pantalla de 32 y otra de 55 pulgadas ambas con resolución Full HD no es otra que el tamaño del pixel. Según la distancia y tamaño apreciamos en mayor o menor medida la mejora que supone una mayor resolución y menos tamaño de pixel. Si por tamaño y distancia cumplimos bien no necesitaremos invertir tanto. Ssegundo motivo, si queremos una pantalla grande y tenemos distancia suficiente para colocar el sofá y no apreciar el tamaño del pixel.
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Plasma mejor que LCD. Este es sin duda el punto más personal, cada uno tiene sus preferencias respecto a la tecnología del panel que más le gusta. A mí siempre me ha atraído mucho la representación de color y contraste que ofrece un plasma. Si optamos por uno posiblemente veamos como hay más modelos con resolución HD Ready que Full HD. Por tanto (volviendo al punto uno) no es mala idea optar por un plasma que podremos encontrar con a muy buen precio incluso en grandes pulgadas como 46 o 50. Un tercer motivo, el plasma ofrece una muy buena representación de imagen y suelen tener un gran precio en el mercado.
Conclusiones
Optar por la última tecnología es siempre la intención de todos. Pero si por precio o porque queremos ver cómo avanza todo un poco más optar por algo "inferior" es siempre una buena solución. Sobre todo si, en el caso de los televisores, no necesitamos características como Smart TV, 3D y similares.
Si lo que queremos es ver contenido en una gran pantalla y este está en su mayoría a 720p optar por un modelo no Full HD nos permitirá no hacer una gran inversión, obtener una pantalla de grandes pulgadas si así queremos y ahorrar para cuando el salto a televisores 4K sea factible realmente.
A todo esto una última aclaración, a veces por una simple cuestión de demanda podemos encontrar modelos Full HD al mismo precio. Por tanto, todo es cuestión de valorar y si tenéis dudas me comentáis.
En Xataka Smart Home | Guía de compra de un televisor
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