En la dura batalla por ver quien la tiene más grande, la pantalla plana claro, un nuevo jugador mostró sus cartas la semana pasada en la IFA 2014.
Se trata del fabricante TCL, de origen chino, que llevó su impresionante televisión denominada China Curved Ultra-HD con un panel de nada menos que 110 pulgadas.
Basada en tecnología LED, su resolución nativa es de 3,840 x 2,160 píxeles, aunque tiene integrado un sistema de escalado que mejora la reproducción de vídeos en Full HD.
Sus creadores afirman que a una distancia de visualización de 3 metros ofrece un angulo de 55 grados sin ninguna reflexión y un efecto en la imagen "como si fuera 3D pero sin gafas", es decir, en teoría tiene una imagen de aspecto tridimensional, como los proyectores más modernos.
Utiliza un sistema de iluminación del panel inteligente que mejora el contraste y la calidad de los negros, así como una tasa de refresco de 400 Hz para un movimiento más natural.
Aunque este tipo de modelos no creo que estén pensados para el sector doméstico debido a su alto precio (que por cierto no se ha desvelado) y dimensiones difíciles de ubicar en un salón convencional, no por ello dejan de sorprendernos estos auténticos monstruos en los que sin duda se agradecerá tener esos píxeles extra de resolución.
Vía | GizMag
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