Hace unos días se publicaba por medio Internet un estudio realizado por la Goldsmiths University en el que analizaban las ondas cerebrales de 100 individuos mientras visualizaban la película "Big Hero 6" en formato convencional y en 3D.
Las pruebas se realizaron junto con la empresa RealD y llegaron a una interesante conclusión tras unos 20 minutos de visionado: Las capacidades cerebrales de los sujetos mejoraban considerablemente. ¿De verdad?
Según parece, sentarse en el sillón a ver contenido en 3D, sea cual sea éste, sin importar de qué trate, si es o no cultural o sólo imágenes en movimiento, tendría un efecto beneficioso para los televidentes. Algo así como una especie de ejercicio sináptico que mejoraría algunas de las conexiones cerebrales.
Los tiempos de reacción de los sujetos frente al contenido 3D mejoraban después de la prueba un 11%, comparado con el 2% de quienes vieron el contenido en 2D. El procesamiento cognitivo también mejoró, un 23% con contenidos en 3D y sólo un 11% con el 2D, llegando a la conclusión de que, en media, la mejora en las capacidades estaría en un 7%.
Una mayor estimulación neuronal
¿De verdad es esto posible? Bueno, no sé. Quizá la clave esté no en que el 3D mejora las capacidades, sino en que estimula más neuronas y nos mantiene más activos durante la sesión de cine que la tecnología 2D, a la que ya estamos muy acostumbrados y es filtrada de forma automática por nuestro cerebro, enviándonos a una especie de "letargo cognitivo" (o en lenguaje más de madre a un "atontamiento general") durante la visualización.
Este tipo de estudios hay que tomarlos con cautela, aunque sería interesante realizar un análisis en profundidad del tema, incluyendo la realidad virtual y aumentada, sobre todo como sistema alternativo para evitar el deterioro neuronal en ciertas enfermedades degenerativas.
Más información | Irish Examiner
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