El día en que las impresoras 3D llegaron a los grandes almacenes

¿Cuándo podemos decir que una tecnología o producto ha llegado para quedarse? La verdad es que hace falta una disponibilidad en masa, para lo cual la cadena de producción debe estar suficientemente engrasada para poder cubrir la posible demanda. También el precio tiene que acompañar, porque no sirve de nada que el producto sea carísimo. ¿Qué ocurre con las impresoras 3D? ¿Siguen siendo un capricho o una necesidad inalcanzable? Si nos vamos a los catálogos de grandes almacenes, nos encontramos que las impresoras 3D ya están ahí.

Así, si nos vamos al catálogo online a nivel nacional de MediaMarkt de septiembre nos encontramos con una sorpresa. Nada más y nada menos que una impresora 3D de MakerBot, en concreto el último modelo de la marca, la MakerBot Replicator 2.

Dejemos el precio un poco de lado, porque los 2.399 euros que cuesta evidentemente no hacen que sea asequible para todo el mundo, aunque hablemos de probablemente una de las mejores impresoras 3D actualmente. Tampoco ayuda que el precio en Estados Unidos sea de 2.199 dólares, lo que equivaldría hoy a 1626 euros. Recordad que hace poco mi compañero Paco Rodríguez nos hablaba de la impresora Pirate3D, que consiguió su financiación en Kickstarter con un precio alrededor de 300 dólares. Hablemos de tecnología.

Algunos objetos impresos con la Pirate3D

A mucha gente le vendría de perlas una impresora 3D. Personas que hacen bricolaje de forma frecuente, arquitectos e ingenieros para hacer pruebas de concepto y maquetas, restauradores de muebles y piezas de coleccionismo, .... Eso por hablar de personas que podrían plantearse adquirir una impresora a ese precio y sacarle rendimiento a corto plazo. También hay otras personas como yo que nos vendría de perlas poder contar con una para unas cuantas reparaciones en el hogar.

Que las impresoras 3D aparezcan en catálogos de grandes superficies generalistas es en mi opinión la indicación de que la tecnología está a la vuelta de la esquina literalmente hablando. No digo que todo el mundo vaya a tener una impresora 3D en su casa, y menos a los precios de lanzamiento como siempre ocurre con las nuevas tecnologías. Pero que en el futuro cercano veremos muchos sitios en nuestras ciudades donde podamos llevar nuestros modelos para impresión, como antes ocurría con las tiendas de reprografía o con los laboratorios fotográficos.