Calefacción encendida, mantita sobre las piernas y aún así notas un soplo de aire frío que te hace que no termines de estar a gusto. Tener corrientes de aire puede causar no solo esa sensación de frescor, si no también perder energía, lo que se traduce en que termines usando la calefacción de más. Si en tu casa hay corrientes de aire pero no consigues dar con ellas, con este truco tan sencillo podrás encontrarlas.
Hay que tener en cuenta que algunas corrientes de aire son inevitables, es el caso de las originadas por las rejillas de ventilación, que tienen que estar abiertas sí o sí. Pero hay otras como los espacios de debajo de la puertas, bisagras con holgura o rendijas en la instalación de las ventanas en las que sí que puedes tomar medidas.
Estas corrientes de aire posibilitan la entrada de aire del exterior, lo que en la práctica se traduce en que contribuirán a que la temperatura de la habitación baje. Si te encuentras en su trayectoria, además del incomodo de sentirla pueden contribuir a que cojas frío, derivando en problemas de salud.
Cómo encontrar corrientes de aire
Si después de tomar algunas buenas medidas como colocar burletes en las puertas sigues notando alguna corriente de aire, entonces este truco efectivo y barato puede ayudarte a localizarla. Una excepción a su aplicación: bajo ningún concepto lo lleves a cabo si sospechas de una fuga de gas.
Primero es necesario que apagues cualquier corriente de aire artificial, desde la calefacción (el aire frío baja y el aire cálido sube, generando corrientes que en la práctica es lo que facilita la transmisión de calor) al extractor pasando por estufas y calefactores, ventiladores... hasta el ventilador integrado para la refrigeración del ordenador.
Después enciende una vela y colócala donde aprecias la corriente de aire. Para que funcione mejor lo ideal es que esté sobre una superficie plana que no amortigüe esa corriente y aléjate para que tu movimiento no genere su movimiento. Calma total. Fíjate en hacia dónde se mueve la llama porque te dará la pista de cuál es el origen de esa corriente de aire: si se desplaza hacia la izquierda, la corriente proviene de la derecha y viceversa.
Ahora dirígete a la zona que potencialmente tiene la culpa y tapa las posibles rendijas. Prueba de nuevo con la vela para comprobar si has conseguido eliminarla. Si ya tienes claro cuáles la fuente, toma medidas.
Foto de Amin Hasani en Unsplash
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