Desde calentar la comida, descongelar platos a ayudarte de la calefacción para perfumar la casa
Hace unos días vimos como se podía mejorar el rendimiento de un radiador a la hora de calentar y climatizar la casa. La clave estaba en usar papel aluminio y plástico de burbujas para crear un aislante barato. Pero a un radiador se le puede sacar más partido.
Seguro que alguna vez has visto a conocidos que usan el radiador para descongelar el pan (cuando llega el domingo y un despiste juega una mala pasada), pero lo que quizás no es tan habitual es ver como se puede usar un radiador para perfumar la casa, secar ropa, cuidar plantas o incluso con la comida.
Radiador como ambientador
Si tienes radiadores por todo el piso, puedes aprovecharlo para crear un aroma agradable por toda la casa. Existen soluciones como dispensadores de aromas pensados para usar en radiadores acabados en barro... pero si quieres hacer algo más lowcost, también puedes usar papel de cocina.
Crearte un ambientador casero con el radiador, pasa por usar papel de horno. Es algo tan fácil como coger una hoja de papel de horno, un material que puede aguantar altas temperaturas sin problema. Puedes impregnar o rociar el papel del horno con la fragancia que más te guste y colocarlo sobre el radiador.
El calor que emite el radiador hace que la fragancia se disperse por toda la habitación y cuando el olor se agote, siempre puedes volver a perfumarla. Es una especie de ambientador barato que puedes fabricar con cosas que tienes en casa.
Usar el radiador como tendedero
Es otro de los usos que seguro, has visto en casa de algún conocido. Algo que hay que hacer con mucho cuidado, pues aunque calentar la ropa en un radiador es posible, es importante hacerlo de manera segura para evitar riesgos de incendio o daños a la ropa.
Calentar la ropa directamente en un radiador, lo que hace es aumentar la humedad en el interior de casa y además, se puede favorecer la aparición de moho, lo que a su vez se puede traducir en la aparición de enfermedades respiratorias. Dicho esto, si quieres secar la ropa en un radiador de forma segura, hay algunos aspectos a tener en cuenta:
- En lugar de colocar la ropa directamente sobre el radiador, utiliza un soporte o un tendedero diseñado para radiadores. Estos accesorios permiten que la ropa se caliente de manera uniforme sin estar en contacto directo con el radiador.
- Evita colocar demasiada ropa en el radiador, ya que esto puede dificultar la circulación del aire caliente y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento. Deja espacio suficiente para que el calor fluya de manera eficiente.
- Nunca dejes la ropa en el radiador mientras se calienta sin estar pendiente. Permanece cerca y asegúrate de que no haya ningún signo de sobrecalentamiento, como humo, olor a quemado o cambios en el color de la ropa.
- No cuelgues ropa hecha de materiales inflamables, como nailon, plástico o telas sintéticas que puedan derretirse fácilmente. Opta por ropa de algodón, lino u otros materiales resistentes al calor.
- Asegúrate de que el radiador esté limpio y sin acumulación de polvo u otros objetos que puedan provocar un incendio.
- No utilices el radiador para secar ropa que esté mojada o empapada, ya que esto puede aumentar significativamente el riesgo de sobrecalentamiento y daño al radiador.
- No dejes la ropa en el radiador durante un período prolongado, ya que esto puede aumentar la posibilidad de que se produzcan daños en la ropa o el radiador.
Ten en cuenta que calentar la ropa en un radiador puede ser menos eficiente en comparación con otros métodos de secado, como un tendedero, una secadora de ropa o la exposición al aire libre. Siempre es preferible utilizar estos métodos en lugar de recurrir al radiador para calentar la ropa.
Usarlo para cuidar las plantas
Otra utilidad que se puede llevar a cabo, aunque de nuevo con mucho cuidado, relaciona al radiador con las plantas. Y es que se puede usar un radiador para mantener las plantas cálidas en invierno es una forma de protegerlas del frío, pero debes hacerlo con cuidado para evitar dañar las plantas o el radiador.
Para hacerlo debes tener en cuenta que las plantas pueden estar cerca del radiador, pero no en contacto directo con él (el calor intenso puede dañar las hojas y secar la tierra rápidamente, lo que puede provocar daños o incluso la muerte de la planta). Así que debes dejar un espacio suficiente para que el calor del radiador pueda calentar el aire alrededor de las plantas.
Si quieres usar un radiador con las plantas de casa, asegúrate de que el radiador no esté demasiado caliente. Las plantas de interior generalmente requieren temperaturas suaves y estables, por lo que es importante no exponerlas a un calor excesivo. Mantén la temperatura del radiador a un nivel moderado y controla el entorno de la planta con un termómetro.
Además y para evitar que el calor del radiador pueda resecar el aire, algo que puede ser perjudicial para las plantas, prueba a colocar una bandeja con agua cerca de las plantas o rociar agua en el aire para mantener un nivel de humedad razonable.
Y junto a estas precauciones, de vez en cuando, gira las plantas para que todas las partes reciban una cantidad igual de calor y controla el estado de las plantas regularmente y ajústalas según sus necesidades.
Recuerda que no todas las plantas de interior son iguales, y algunas pueden tener requisitos específicos de temperatura y humedad. Antes de utilizar un radiador para calentar tus plantas, investiga las necesidades de cada especie y asegúrate de que el uso del radiador sea adecuado para ellas.
Con la comida
La comida también aparece relacionado con los radiadores. Desde descongelar alimentos a mantener platos calientes. Pero al igual que en otros usos, hay que hacerlo con sumo cuidado.
Puedes usar un radiador para descongelar el pan, pero es importante hacerlo con cuidado y siguiendo ciertas pautas para mantener la seguridad alimentaria. Se puede hacer pero colocando el pan congelado envuelto sobre el radiador, preferiblemente en una superficie que sea resistente al calor y fácil de limpiar, como un plato o una bandeja. Esto evitará que el pan entre en contacto directo con el radiador y que se derrita o se dañe.
Además, permanece cerca del radiador y comprueba el pan con regularidad para asegurarte de que se descongele de manera uniforme. Gira o voltea el pan según sea necesario para asegurar que todas las partes se descongelen por igual.
Y aunque hay gente que también lo usa para mantener algunos platos calientes, el uso de un radiador para estos fines puede no ser la opción más rápida o eficiente, ya que puede llevar varias horas dependiendo de la cantidad y el tamaño y para tal fin ya está el microondas.
Imagen portada | Patrycja Grobelny
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