El microondas se ha convertido en un electrodoméstico fundamental en nuestras cocinas, brindándonos la conveniencia de calentar y cocinar alimentos de manera rápida. Sin embargo, su uso eficiente puede marcar la diferencia en nuestra factura de electricidad.
Por eso, no está de más repasar algunos trucos y consejos para sacar el máximo partido a este electrodoméstico de uso casi diario. Se trata de rentabilizar su uso haciendo que funcione de forma más eficiente aplicando algunos consejos prácticos con los que ahorrar energía al utilizar el microondas, desde ajustes simples hasta hábitos inteligentes que pueden marcar una gran diferencia.
Conocer cómo es nuestro microondas
Para empezar, es importante conocer qué tipo de microondas tenemos en casa. Por regla general, dejando a un lado si son encastrados, de encimera, portátiles... lo normal es distinguir tres tipos: microondas con grill, sin grill y combi. Estos son son distintos en función de las capacidades y características que ofrecen y por eso lo primero es conocer las diferencias.
Microondas sin grill. Este tipo de microondas se centra principalmente en la cocción y recalentamiento rápido de alimentos mediante microondas. Un modelo adecuado para calentar líquidos, descongelar alimentos y recalentar platos.
En el tipo de microondas con grill, además de la función de microondas, incorpora un elemento de grill para dorar y asar alimentos. Con este tipo se logra un dorado superficial en los alimentos, similar al efecto de un horno convencional. Es ideal para gratinar, asar y dar un acabado crujiente a ciertos platos.
Un modelo de microondas combi (convección), combina las funciones de microondas y convección, ofreciendo la capacidad de asar, hornear y calentar mediante la circulación de aire caliente. Además de microondas y grill, integra una función de convección, que es ideal para cocinar platos más complejos y completos. Ofrece una versatilidad significativamente mayor, adecuada para cocinar platos más elaborados que requieren cocción al horno.
La elección entre estos tipos dependerá de tus necesidades específicas en la cocina. Si buscas principalmente calentamiento rápido, el microondas sin grill puede ser suficiente. Si deseas opciones de asado y dorado, el microondas con grill es una buena elección. Por otro lado, si buscas un aparato más versátil que pueda hornear y cocinar platos más elaborados, un microondas combi con convección puede ser la mejor opción. Y ahora toca ver cómo se puede ahorrar usando el microondas.
Tips para ahorrar electricidad
Y es que ahorrar electricidad al usar el microondas implica tomar medidas para optimizar su eficiencia y minimizar el consumo de energía. Se trata de aprovechar mejor la electricidad que vamos a consumir cuando lo usamos.
Un primer paso es seleccionar el tamaño adecuado del recipiente que vamos a usar. Puedes optimizar el uso de tu microondas eligiendo recipientes que se ajusten adecuadamente a la cantidad de alimentos que estás calentando. Al utilizar recipientes más pequeños, minimizas la pérdida de energía y aumentas la eficiencia del proceso. Si el recipiente es más pequeño que el plato giratorio o si es circular, se puede aprovechar mejor el calor generado.
Aprovecha y utiliza correctamente la función de descongelación. Descongelar platos y productos en el microondas en lugar de descongelar los alimentos a temperatura ambiente es muy habitual, pero consume energía. No obstante, es más rápido y consume menos energía en comparación con otros medios (un minuto en microondas equivale a 7 minutos en el horno).
Establece una planificación. CSi tienes que cocinar varios platos o recalentar varios alimentos, hazlo a la vez para aprovechar al máximo el tiempo de uso del microondas. En este sentido, intenta distribuir los platos y recipientes correctamente dentro del microondas.
Además y relacionado con la planificación, a la hora de preparar platos estudia bien las recetas. Repasa la receta y trata de aplicar los tiempos de cocción o grill adecuados para no gastar energía de más. Y si es posible, trocea y parte en trozos pequeños los alimentos. Cuanto más pequeño sea el producto, más rápido se calentará.
En esa línea es aconsejable utilizar la potencia adecuada. Ajusta la potencia del microondas según sea necesario. Algunos alimentos pueden cocinarse eficientemente a potencias más bajas, lo que consume menos energía.
Cubre los alimentos. Al cocinar o recalentar alimentos, cubre el recipiente con una tapa apta para microondas o utiliza una envoltura de plástico o papel fill diseñada para microondas. Esto ayuda a retener el calor y reduce el tiempo de cocción.
Aunque no lo creas, la limpieza regular ayuda. Un microondas limpio funciona de manera más eficiente. La suciedad y la grasa pueden absorber energía y reducir la eficiencia. Además asegúrate de que el microondas esté en buen estado de funcionamiento. Un microondas defectuoso puede consumir más energía de lo necesario.
Usa utensilios adecuados. Utiliza utensilios aptos para microondas. No todos los recipientes son seguros para su uso en microondas y algunos pueden causar chispas o dañar el aparato.
Apaga el microondas antes de que termine. Así puedes aprovechar el calor residual apagando el microondas unos segundos antes de que termine el tiempo de cocción. Los alimentos seguirán cocinándose debido al calor acumulado.
Elige una ubicación adecuada. Coloca el microondas en un lugar bien ventilado para evitar el sobrecalentamiento y asegúrate de que esté a una temperatura ambiente normal.
Al implementar estos consejos en tu rutina diaria, no solo estarás ahorrando energía, sino también contribuyendo a un uso más eficiente de tus electrodomésticos. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia a largo plazo, beneficiando no solo tu bolsillo, sino también el medio ambiente.
Imagen portada | Lissete Laverde en Unsplash
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