En los últimos años se han venido popularizando los electrodomésticos con acabado en acero inoxidable en muchas de nuestras cocinas, ya que son más decorativos, destacan sobre los muebles y muchos de ellos prometen acabados "antihuellas".
Sin embargo, a la hora de realizar su limpieza exterior periódica puede que nos surjan dudas acerca de cómo hacerla, ya que algunos de ellos son más delicados que los clásicos aparatos lacados en blanco. ¿Cómo conviene limpiarlos y qué no hay que hacer si queremos que duren muchos años?
Cómo limpiar los electrodomésticos de acero inoxidable
En primer lugar, hay que destacar que hay dos tipos de electrodomésticos: los que están fabricados con piezas de acero inoxidable de gran grosor (como por ejemplo muchas campanas, fregaderos y hornos) y los que tienen solo un recubrimiento superficial que les da ese bonito aspecto pero que también son más delicados (como suele ser habitual en frigoríficos, lavavajillas y lavadoras de gamas medias-bajas).
En general el proceso de limpieza es el mismo en ambos, aunque a los que solo tienen una delgada lámina de recubrimiento conviene tratarlos con más cuidado, ya que son más susceptibles a sufrir arañazos en la superficie.
Muy bien, nos disponemos a realizar la limpieza exterior y para ello suele ser suficiente con emplear una bayeta de microfibra que humedeceremos en jabón neutro y agua templada. Con ella realizaremos diferentes pasadas siguiendo la veta del acero tratando de no apretar demasiado fuerte.
También podemos usar alguna esponja suave no rugosa si con la bayeta no es suficiente para eliminar las manchas, pero nunca conviene utilizar los productos que veremos en el siguiente apartado.
En el caso de que necesitemos más "potencia" de limpieza porque no salen las manchas, podemos utilizar algún producto específico para la limpieza del acero inoxidable, como por ejemplo este, aunque hay multitud de marcas y modelos lo importante es que nos fijemos en la etiqueta donde debe indicar que es un producto preparado para este material.
limpiador para acero inoxidable
Qué no conviene hacer al limpiar electrodomésticos con acabado en acero
Aunque pueda tentarnos para lograr una mejor higiene emplear productos habituales en la limpieza de otros aparatos y partes de la vivienda, como lejía o cloro, no son recomendables para el acero inoxidable.
Si lo hacemos se producirá una reacción que, dependiendo del acabado del aparato eliminará la capa antihuellas si la tiene y en casos extremos estropeará el brillo del acero.
Tampoco hay que utilizar estropajos metálicos, cepillos ni trapos que puedan contener superficies abrasivas, ya que probablemente rayaremos la superficie exterior.
Además, no es conveniente dejar mucho tiempo las manchas sin limpiar en sus superficie, ya que luego será más difícil eliminarlas, y dependiendo del tipo de sustancia que las haya causado puede también dañar el acabado.
¿Y si utilizamos remedios caseros como el vinagre para mejorar la limpieza? Aquí en Internet encontraremos opiniones variadas a favor y en contra. El problema con el vinagre es que es un ácido, por lo que a la larga puede dañar la superficie del electrodoméstico si no tenemos cuidado.
Por este motivo hay que diluirlo en agua (por ejemplo con una proporción de 3 partes de agua y 1 de vinagre) antes de utilizarlo. No obstante, si no estamos seguros de cómo usarlo, mejor utilizar un producto específico dedicado a limpiar este tipo de materiales.
Imagen portada | Naomi Hébert
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