Esta Navidad sale el manitas que llevo dentro. Voy a fabricar belenes a mano para regalarlos a familiares y amigos

Cada año, con la llegada de la Navidad, retomamos tradiciones y costumbres que llenan el hogar de alegría. Más allá de disfrutar los clásicos polvorones y turrones, esta época se convierte en el momento ideal para salir de compras. Sin embargo, este año he decidido dar un giro especial: además de buscar regalos personalizados para cada miembro de la familia, he optado por regalar algo único y hecho a mano, un belén tradicional que elaboraré yo mismo.

Aunque no soy un experto en manualidades al estilo Bricomanía, me defiendo bastante bien. El año pasado gracias al colegio en que trabaja un familiar, descubrí un belén encantador cuya simplicidad me inspiró a intentarlo por mi cuenta. Es fácil de hacer, muy económico y, además, ha tenido tanto éxito entre quienes lo han visto que ahora me he propuesto crear varios para regalar a amigos y familiares.

Materiales necesarios

Voy a empezar detallando los materiales, ya que son bastante asequibles y, en muchos casos, probablemente ya los tengas en casa. Las figuras del belén son pequeños muñecos de madera que compré en Temu.

También utilicé fieltro, retazos de tela, acuarelas, palos de madera de brochetas y rodajas de madera para la base, las cuales me regalaron, aunque también se pueden comprar fácilmente. Para ensamblar todo, usé cola de contacto, aunque una pistola de silicona también es una excelente opción.

Manos a la obra

Lo primero es seleccionar las figuras (dos grandes y una pequeña) que compondrán cada belén. Hay que tener claro el diseño antes de empezar a pintar. Con las acuarelas, se colorea la parte inferior de las figuras, representando el cuerpo, mientras que la cabeza y la cara se dejan para el final. Para esos detalles más pequeños, un rotulador resulta ideal.

Una vez pintadas varias figuras, el siguiente paso es añadir la vestimenta. Aquí es donde los retazos de tela y el fieltro entran en acción. Yo suelo usar un palo de madera (el de las brochetas) para extender la cola de contacto sin ensuciarme las manos. Antes de empezar, es útil tener cortados varios trozos de tela para las diferentes figuras. En este punto, puedes dejar volar tu creatividad: cada vestimenta puede ser tan sencilla o elaborada como desees.

Detalles especiales

Para el pesebre, empleé un trozo de tela más gruesa. Es la figura más sencilla de hacer, ya que solo requiere pintarla de blanco y darle forma a la cara y el pelo. San José lleva un pequeño palo que simula un callado, mientras que la Virgen María luce una mantilla amplia que la distingue. La combinación de colores queda a gusto de quien lo elabora, permitiendo personalizar cada detalle.

Cuando la tela está colocada y la figura bien vestida, dejo secar todo durante una hora. Después, con un rotulador negro, añado los detalles de la cara: ojos, boca e incluso el pelo. Si quiero variar, puedo usar rotuladores de otros colores para darles un toque diferente.

El montaje final

Una vez que todas las figuras están listas, las coloco sobre una base de madera. Uso unas gotas de cola de contacto para fijarlas, asegurándome de que queden bien sujetas.

El resultado final es un belén hecho a mano, lleno de detalles únicos y con el encanto especial de lo artesanal. Es un regalo que, sin duda, aporta un toque de calidez y creatividad a la Navidad. ¡Anímate a intentarlo!

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