A la hora de comprar e instalar un nuevo televisor en casa, muchas veces no nos paramos a pensar sobre cuál sería su ubicación más adecuada. Simplemente lo colocamos donde hay un hueco disponible y comenzamos a usarlo.
Esto es algo muy habitual en el caso de tener un salón con un mueble destinado a este efecto que quizá compramos hace muchos años antes de que las teles fueran tan planas y grandes como las actuales.
Simplemente desembalamos el nuevo televisor y lo colocamos encima del mueble o incluso colgado en la pared con el mueble debajo. De este modo puede que la decoración está empeorando sensiblemente la calidad de sonido de la tele, y aunque evitar el problema por completo puede ser difícil, sí hay algunas medidas que podemos tomar para minimizarlo.
Evitando reflexiones y vibraciones indeseadas
Principalmente vamos a tener dos problemas con los muebles donde colocamos los televisores: pueden causar reflexiones y/o vibraciones indeseadas, sobre todo a volúmenes altos.
En el caso de las reflexiones, las partes del mueble, como sus laterales o la misma base sobre la que colocamos la pantalla hace de reflector de las ondas sonoras emitidas causando una coloración y retardos que percibiremos como ecos y una reducción en la claridad del sonido.
En estos casos podemos mejorar la acústica poniendo algún tipo de elemento aislante entre la tele y el mueble para reducir este efecto. Por ejemplo es posible usar libros, revistas, patitas de goma o elementos similares que ayuden a separa ambos objetos.
También es común tener junto a la tele algún mueble con el frontal de cristal, como vitrinas con la cristalería. Estos elementos no son precisamente los mejores aliados para lograr un sonido limpio. Aunque lo ideal sería quitarlos, si no podemos hacerlo sí conviene comprobar que los cristales ajustan bien y no vibran por su cuenta al subir el volumen, lo que puede ocasionar ruidos molestos.
Es caso de que no ajusten a la perfección podemos tratar de ayudarnos de algún tipo de papel doblado o tela para calzarlos o también optar por usar silicona si somos más manitas.
También suele ayudar a evitar el típico sonido retumbón de los muebles de madera el no empotrar la tele en el fondo pegada a la pared, ya que el propio mueble hará de superficie acústica creando ecos y amplificando de forma no deseada algunas frecuencias medio-graves.
Si podemos hay que tratar de sacar la tele todo lo posible hacia fuera del mueble para que nos dé un sonido más directo y claro.
Ecualizando para reducir vibraciones
Si nuestro modelo cuenta con corrector acústico conviene pasarlo después de cada cambio en la decoración, y si no lo tiene probablemente sí venga con algún ecualizador de sonido integrado que nos permita ajustar algunos rangos de frecuencia de forma manual.
En estos casos podemos tratar de reproducir algún vídeo o archivo de sonido específico como el que os ponemos sobre estas líneas y variar la amplitud de las señales en cada rango de frecuencias disponible tratando de obtener una respuesta lo más plana que sea posible.
También puede resultarnos útil reproducir este tipo de archivos buscando aquellas frecuencias que retumban o hace vibrar elementos del mueble, como los cristales, reduciendo la amplitud de la ecualización en dichas frecuencias para minimizar dichos inconvenientes.
