En el mercado podemos encontrar lavadoras en las que, cada vez que ponemos la colada, tenemos que añadir la cantidad necesaria de detergente y suavizante. También existen modelos con sistemas de autodistribución. En ambos casos puede surgir un problema: que la lavadora no tome el detergente o suavizante (o ambos).
Esto es lo que me estuvo ocurriendo durante un tiempo. A pesar de tener el cajón de ambos productos completamente lleno para que la lavadora los fuera administrando, el nivel no bajaba por más lavados que hacía. Tanto es así que, en algunos momentos, llegué a usar detergente en pastillas. Sin embargo, cuando tuve tiempo y cansado de la situación, decidí investigar la causa del problema para intentar solucionarlo sin tener que llamar al técnico.
Haciendo de manitas
Básicamente, el problema consistía en que la lavadora no estaba cogiendo el detergente y suavizante de los compartimentos correspondientes. Es decir, el lavado de la ropa se estaba realizando solo con agua (de ahí que usara detergente en pastillas).
Procedí entonces a sacar el cajón donde se encuentran los dos compartimentos (detergente y suavizante). La precaución que hay que tomar, además de tener la lavadora desenchufada, es pulsar una pequeña pestaña que facilita la extracción del cajón sin mayor complicación.
Al sacar el cajón, vacié completamente ambos compartimentos, eliminando el detergente y suavizante que había. Me di cuenta de que en la parte inferior, en la zona por la que se suponía que la lavadora debía coger el producto, este se había coagulado. Era un efecto parecido al de la leche cortada y espesada, lo que hacía que el dispositivo que succiona el detergente y el suavizante no pudiera dosificarlos en cada lavado.
También comprobé el estado del detergente y suavizante en sus envases y me di cuenta de que, aunque habían sido almacenados correctamente, sin exposición al sol ni al calor, su consistencia había cambiado. Si se vierten en el depósito en este estado, pueden coagularse más fácilmente.
Lo que hice, fue comprar dos nuevos botes, asegurándome de que tanto el suavizante como el detergente en cada uno de ellos estaba en perfecto estado y no presentaba síntomas de deterioro.
Para evitar este problema, además de asegurarse de que el suavizante y el detergente estén en buen estado, es importante limpiar el depósito de ambos productos en la lavadora con regularidad. También es útil revisar que no se acumule producto en exceso durante demasiados días o semanas, ya que esto puede formar una capa viscosa que, con el tiempo, se endurece o coagula.
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