El paso del tiempo se nota y no sólo porque nos salgan canas o arrugas en la cara. En nuestro hogar también se manifiesta de muchas formas y lo primero que se aprecia son los cambios estéticos de algunos elementos. En mi caso el desgaste lo he percibido en los pulsadores de la luz.
Con las paredes en un tono crema, optamos por usar pulsadores blancos para crear cierto contraste y lo que no esperábamos es que con tan poco tiempo pasaran a tener un tono amarillento que les diera ese aspecto tan retro. Sin embargo, es algo que he solucionado con un pequeño truco casero.
Un baño de agua "oxigenada"
Que los plásticos puedan volverse amarillentos con el paso del tiempo es a veces inevitable. Es un fenómeno que se debe a diversos factores, principalmente la exposición a la luz ultravioleta, el calor y ciertos productos químicos. Este proceso se conoce como "amarilleamiento del plástico".
La ciencia explica y este estudio es un ejemplo, como funciona la degradación del material por influencia de los rayos de luz ultravioleta (UV). Los polímeros plásticos que dan vida a este material reaccionan a la luz y esto ocurre en el polietileno, uno de los plásticos más utilizados.
Además, el calor puede acelerar este proceso. Algunos aditivos utilizados en la fabricación de plásticos también pueden contribuir al amarilleamiento con el tiempo.
Si se usan plásticos de mejor calidad este cambio se puede ralentizar, pero no es algo garantizado 100% y en mi caso, para intentar revertir este problema decidí aplicar un truco que ya expliqué en su día. Y como siempre, primero probé en uno de los interruptores más escondidos que tengo en casa... por si acaso.
Para devolver el tono original en color blanco a los pulsadores de la luz use agua oxigenada (lo ideal es en crema pero yo sólo tenía la clásica líquida). Lo primero es limpiar antes el aparato y las zonas de plástico con jabón neutro y una vez seco, aplicar la crema ayudándote de un pincel y luego cubrir la superficie tratada con un film transparente que hay que dejar actuar entre 6 y 24 horas.
En mi caso, como no tenía agua oxigenada en crema, lo que hice fue desmontar el interruptor y sumergirlo en en agua oxigenada líquida durante ese tiempo buscando una zona de la casa estable en la que diese la luz directa.
Pasadas las 24 horas, se puede quitar el film protector o sacarlo del agua y comprobar el resultado. Puede ser que haya plásticos que por su composición requieran un proceso que dure más de 24 horas, por lo que habrás de repetir el procedimiento.
En mi caso el pulsador recobró su color original y ya sólo me quedó volver a montarlo en la pared.
En Xataka SmarHome | Este truco arrasa en redes sociales. Sirve para quitar el color amarillento de los electrodomésticos y dejarlos como nuevos