Es uno de los errores más comunes al usar la lavadora. Qué pasa si echamos mucho detergente y qué cantidad es la recomendada

La lavadora es uno de los electrodomésticos más útiles del hogar. Con el paso del tiempo han aumentado sus capacidades en cuanto a funciones, modos de operación, características inteligentes, e incluso eficiencia y consumo energético. Sin embargo, cuando usamos este electrodoméstico, hay ocasiones en las que cometemos una serie de errores muy comunes, como el uso excesivo de detergente en la lavadora.

Hay quienes piensan que, cuanto más detergente utilizamos en la lavadora, mejor será la limpieza de la ropa. Sin embargo, esta afirmación está muy lejos de la realidad. Y es que el exceso de detergente puede provocar más problemas que beneficios. Bajo estas líneas te contamos por qué y qué cantidad es necesaria echar cada vez que ponemos la lavadora.

¿Qué pasa si echamos más detergente de la cuenta en la lavadora?

El detergente es vital para el funcionamiento de la lavadora, ya que es el agente que nos permite desprender y disolver las impurezas y suciedad de las prendas gracias a una combinación entre sus propiedades, el uso de agua y el propio movimiento del tambor. Sin embargo, echar más detergente de la cuenta no significa que la limpieza vaya a mejorar. A continuación te dejamos una serie de problemas que pueden surgir como consecuencia de echar más detergente de la cuenta en la lavadora.

Acumulación de residuos en la ropa: usar demasiado detergente hace que no siempre se disuelva por completo, sobre todo en ciclos de lavado con poca agua o en lavadoras de alta eficiencia. Esto hace que se acumulen residuos de detergente en las fibras de la ropa, haciendo que éstas queden pegajosas, rígidas o con manchas blancas.

Mala distribución del detergente: el exceso de detergente puede provocar que se produzca más espuma de la cuenta, interfiriendo en el ciclo a la hora de enjuagar las prendas. Demasiada espuma puede dificultar que la lavadora remueva adecuadamente los residuos de jabón, afectando a la eficacia del aclarado y la limpieza. Además, las burbujas podrían atrapar la suciedad en la ropa en vez de eliminarla por completo.

Mal olor en la lavadora: el exceso de espuma puede hacer que ésta quede atrapada en áreas de difícil acceso de la lavadora, como en los conductos o en el tambor. Con el tiempo, esta acumulación de detergente puede generar malos olores debido al crecimiento de moho y bacterias. Este es un problema común en lavadoras de carga frontal, donde la junta de goma o los sellos pueden acumular humedad y residuos de detergente.

Desgaste de la lavadora: echar más detergente de la cuenta también puede provocar que la lavadora trabaje más. Por ejemplo, al haber más espuma, la máquina puede realizar ciclos de enjuague adicionales o tener que trabajar más duro para eliminar el detergente, lo que supone un mayor esfuerzo para el motor, los componentes y los sensores. Esto puede aumentar el desgaste prematuro de la lavadora y reducir su vida útil.

Aumento del consumo de agua y energía: el hecho de que exista un exceso de espuma en la lavadora, puede hacer también que el consumo de energía y agua aumente, ya que la lavadora necesita aportar más recursos para eliminar completamente el detergente.

Generalmente, en el tanque de la lavadora para echar el detergente tendrás una serie de indicaciones marcadas para saber cuánto detergente debes introducir para cada ciclo de lavado. Además, cada detergente cuenta con una dosis recomendada en función del tipo de lavadora, cantidad de ropa y nivel de suciedad.

Dependiendo de la carga, la cantidad de detergente puede variar entre 50 y 150 gramos. Si es para una carga pequeña, se suele utilizar entre 50 y 75 gramos. Entre 75 y 100 para carga media y entre 100 y 150 para cargas grandes. Valora añadir entre 15 y 25 gramos adicionales solamente si la ropa está excesivamente sucia. Si tu lavadora es de cápsulas, menos pérdidas aún, pues tan solo tendrás que introducirla en el compartimento.

Imagen portada | Andrey Matveev

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