Como ya os comentamos en la entrada dedicada a la up! Plus, una impresora en 3D distribuída en España por la empresa entresD, hemos tenido la oportunidad de probarla y jugar con ella durante unos días. Vamos a comentaros ahora cuáles han sido nuestras impresiones y dónde se encuentra la impresión 3D en la actualidad. Esto es importante porque, como también comentamos este mes, las impresoras 3D han llegado a los centros comerciales y han llegado para quedarse.
Es la primera vez que tengo oportunidad de utilizar una impresora 3D. Aunque ya había visto varias en funcionamiento, no es lo mismo mirar que hacer. Además de una revisión quiero relatar cuál ha sido mi primera experiencia en el mundo de la impresión de objetos tridimensionales.
Análisis en vídeo
Abriendo e instalando la impresora up! Plus
La primera sorpresa viene sin abrir el embalaje donde se encuentra la impresora. Aunque es un paquete pesado, las dimensiones de la misma son bastante contenidas. Al abrirla nos encontramos con una caja en la que hay unos guantes de protección, una espátula, algunos clips de los que se utilizan para unir hojas de papel, unas chapitas perforadas y un rollo de material plástico ABS.
También nos encontramos con una pieza que sujeta el tambor del material, pieza que viene desmontada para reducir las dimensiones de la caja. Como curiosidad deciros que también dicha pieza ha sido impresa con una impresora 3D, como algunas de las piezas del inyector que derrite el material y va pintando capa a capa y con infinita paciencia (nuestra y de la impresora) los objetos tridimensionales. La sujección de la pieza se hace con un par de tornillos y no tiene ninguna dificultad. Ah, y la conexión al ordenador se hace mediante un cable USB, como no podía ser de otra manera.
El resto de la impresora que hemos recibido está fabricada en acero y pintada de color negro, es pesada y robusta y tiene realmente una pinta estupenda. Aunque también sorprenden las dimensiones de la placa en la que se imprimirán nuestras creaciones, limitadas a un tamaño de 140 × 140 × 135 mm, luego podemos ensamblar objetos más completos a base de distintas partes que imprimiremos por separado.
entresD afirma que la impresora está lista para su uso en 15 minutos. Tengo que decir que si hubiera tenido un poquito más de experiencia habría sido así. Simplemente tenemos que atornillar la pieza que os comentaba antes y montar en ella el rollo de material. Después instalar el software, descargable de su página web e instalarlo. A continuación tenemos que montar una de las placas perforadas que os comentaba antes con cuatro clips de papel. La placa perforada hace que el plástico se agarre mientras se va derritiendo, para asegurar la pieza mientas se va imprimiendo y que no se desplace y hagamos un desaguisado (luego comentaremos más sobre este punto).
Enchufar el material al inyector implica sacar el material existente (en la opción del menú Maintenance y Withdraw) y simplemente insertar el material en la entrada correspondiente y preparar el mismo con New Spool.
El botón de encendido se encuentra en la parte de atrás de la impresora. En la parte delantera tenemos un botón de inicialización que debemos pulsar para arrancar la impresora. Al hacerlo nos devolverá unos pitidos (con un volumen bastante alto, por cierto) que nos indican que la impresora ha arrancado y va a calentar ciertas partes a una elevada temperatura (de ahí los guantes de protección).
La base en la que realizaremos la impresión necesita ser ajustada. Necesitamos que la cabeza que pinta el material se encuentre a la distancia justa de la placa, equivalente al espesor de un folio doblado por la mitad. Una vez lo hayamos hecho la impresora estará lista para su uso. Desde que saqué la impresora de la caja hasta que comenzó a imprimir me llevó cuarenta y cinco minutos, más por mi inexperiencia que por otra cosa.
Ya tenemos la impresora lista, ¿qué hacemos ahora?
En las instrucciones se nos recomienda descargar un objeto de su web y probar la impresión. Yo me decanté por un objeto descargado de Thingiverse, una web con muchísimos objetos gratuitos y listos para descargar e imprimir. Así, he descargado desde una pieza para guardar la tapa de la lente de la cámara fotográfica, un anillo de Linterna Verde, un cortagalletas del reptil de Escher, a una caja para la Cubieboard, .... Hace unos días bromeaba en Twitter cuando decía que es mejor imprimir todo Thingiverse que decidirse por alguna cosa.
El software de impresión está disponible para ordenadores con Windows y con Mac. Al abrirlo nos encontramos con una vista tridimensional a la izquierda en la que podremos ver cómo va a salir impresa la pieza, y a la derecha los distintos controles para hacer operaciones básicas con la pieza. Por ejemplo podemos rotar, o redimensionar la pieza y hacerla más grande o más pequeña, entre otras opciones.
La pieza que hayamos cargado nos aparece en la parte izquierda en tres dimensiones, con lo que podemos comprobar si la pieza entra dentro del área de impresión y si no es así mudar su orientación o tamaño. Todo ello es bastante sencillo y, si por lo que sea no lo hemos hecho bien, tranquilos que no pasará nada y la impresora se negará a imprimir la pieza.
Sólo nos queda inicializar la impresora desde el programa y elegir la configuración de impresión. Así, si es una pieza maciza podremos imprimirla tal cual o hacerla hueca, con mayor o menor densidad de retícula y con el consiguiente ahorro de material. Además podremos elegir la calidad de impresión, lo que mejorará el resultado final pero también incrementará notablemente el tiempo que tardaremos en tener cada pieza. Como ejemplo, el anillo de Linterna Verde que os muestro ha tardado algo más de media hora en imprimirse.
Tras hacer la primera prueba me he dado cuenta de que falta una pieza, un tubo que curva un poco el material y que hace que la alimentación del mismo funcione adecuadamente y que no tengamos que estar vigilando la impresión. Pero para las pruebas no he tenido mayor problema.
Imprimiendo piezas en tres dimensiones en la up! Plus
Tras mandar la pieza a la impresora recibimos un mensaje del tiempo que tardaremos en tenerla lista, así como del peso en material que gastaremos (interesante para conocer el precio de cada pieza) y una serie de pitidos bastante altos y estridentes nos avisarán de que va a comenzar el trabajo. Antes de imprimir cada pieza se crea una camada de material que luego retiraremos y que sirve para sujetar la impresión a la base perforada.
A veces, como en el caso del anillo, la impresora crea una estructura para la impresión y asegurar la pieza. Por ello puede que quede alguna rebaba o resto que tendremos que lijar. Aunque es cierto que en otras ocasiones y dependiendo de la geometría de la pieza y sobre todo de la calidad y densidad de la pieza, las partes indeseadas saldrán prácticamente solas y sin dañar nuestra impresión. Ya hay impresoras con doble cabezal y que inyectan un material soluble en agua, por lo que al acabar la impresión lo sumergimos y desaparecerá la parte no deseada de la pieza.
La impresión, salvo los pitidos iniciales, es más o menos silenciosa. Eso si descontamos el ventilador que refrigera la sujección del inyector de material y los movimientos del carro y de la cabeza. También hay que comentar que que debemos colocarla en un lugar ventilado pero alejado de posibles corrientes de aire para evitar la condensación de los vapores plásticos.
El proceso de impresión tiene algo hipnótico. Cuando mandemos una pieza nos quedaremos embobados (o al menos yo lo hago) viendo cómo el cabezal va pintando cada una de las superficies que luego compondrán el objeto.
Calidad y resultados
Los resultados, sobre todo en alta calidad, son realmente buenos. La parte de las piezas que no está en contacto con la superficie o con las partes de sujeción que crea la impresora a la hora de imprimir quedan lisas y con un buen acabado.
También tengo que decir que proceso tiene algo de ensayo y error. Así, algunas piezas no quedarán bien debido a que tendremos que precalentar la base para evitar que esta se curve y al final quede mal, como ya me ha ocurrido en alguna ocasión. El problema viene cuando la pieza se suelta o vemos que la impresión no está yendo como debería. La impresión sólo puede detenerse pulsando el botón de apagado, para lo cual tendremos que sujetar el carro de impresión con guantes para no quemarnos porque este bajará hasta abajo sin sujección. Otra cosa que echo en falta es la posibilidad de pausar la impresión, ya que una vez lanzada ésta la impresora es autónoma. Podemos incluso desconectarla del ordenador en pleno proceso y ésta sigue imprimiendo.
Teniendo todo ello en cuenta, y considerando que el material es barato y que a lo mejor tendremos que imprimir cada pieza más de una vez hasta que tengamos el resultado deseado, la impresión 3D es algo realmente gratificante. Costosa en tiempo, pero útil e interesante a partes iguales.
Futuro o presente de la impresión 3D
No sé si hablar de presente o hablar de futuro de la impresión en 3D. Aunque ya hay impresoras 3D de calidad como la up! Plus que revisamos, las impresoras tienen que seguir evolucionando. Así, con un sensor que midiera la distancia a la que se encuentra del cabezal no tendríamos que ajustar la altura de la plataforma a la hora de imprimir. También el soporte sobre el que se imprime la pieza tiene que llegar a ser auto-limpiable y no depender de piezas u otros elementos. Con el desarrollo de nuevos elementos y con el abaratamiento de las impresoras vamos a asistir a una verdadera revolución.
La impresión en 3D avanza a pasos rápidos y por el buen camino
Me he quedado con las ganas de poder desarrollar un objeto desde el principio en algún programa de diseño, pero la verdad es que no he tenido tiempo para ello.
La impresión personal en tres dimensiones está a nuestro alcance y no hace falta invertir en equipos más caros de lo que nos costaría un buen ordenador para tener objetos con una buena calidad. Eso sí, creo que a la impresión 3D le queda algo de recorrido. Así, las impresoras deberían tener dos inyectores, uno con material soluble para no dejar rebabas y no estropear la pieza. Algunos modelos ya cuentan con ello. También deberían ser autolimpiables, algo como los hornos pirolíticos, para eliminar todos los residuos de la base de impresión. Y, para terminar, deberían poder autoajustarse. Una idea sería que combinaran digitalización en 3D con la impresión en el mismo equipo, de forma que pudieran imprimir una pieza de prueba, digitalizarla y corregir los parámetros necesarios para que la próxima vez la pieza salga perfecta.
La nueva versión de la up! Plus que hemos revisado ya cuenta con funciones de auto ajuste, así que la impresión en 3D avanza a pasos rápidos y por el buen camino para convertirse en algo esencial en nuestras vidas.
Valoración de la impresora 3d up! Plus
La impresora up! Plus, es una impresora muy interesante. Que esté prácticamente lista para ser usada nada más sacarla de su caja, la sencillez de manejo de su software y, sobre todo, la calidad de las piezas impresas hacen de ella una excelente elección. Por algo fue elegida como la mejor impresora de acuerdo a la revista Make: Además tendremos soporte técnico en español en caso de alguna dificultad en su instalación o uso.
Agradecemos a Toñi Herrero y a entresD el habernos prestado una unidad para su revisión. Puedes consultar la política de relaciones con empresas aquí.
Más información | entresD En Xataka Smart Home | UP! Plus es elegida la mejor impresora en 3D por Make:
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