Tanto en verano como en invierno existen motivos para disparar el consumo energético en los hogares. En el primero por temas de calor y uso de aires acondicionados o ventiladores y en el segundo por todo lo contrario. El frío hace que nos refugiemos a lado de una estufa o usemos la calefacción.
Por ello, de cara al invierno, existen una serie de acciones que podemos llevar a cabo para aprovechar mejor el calor generado, incluso no necesitar subir tantos grados la calefacción. Algo que de forma directa implica un ahorro energético.
Revisa los cierres de ventanas y puertas. Es algo obvio pero en muchos hogares un mal cierre en ventanas provoca una gran perdida de calor lo que implica que subamos más la calefacción para compensar.
Según nuestra propia casa podemos optar por hacer uso de material aislante. El uso de un materia correcto a nuestra zona puede suponer un 20% de ahorro.
Haz uso de un termostato junto a tu sistema de calefacción, te ayudará no sólo a controlar y mantener siempre una temperatura sin pasarse sino que además se puede programar para que se active sólo a determinadas horas, etc. Algunos modelos nos dan opción de controlar incluso desde fuera del hogar.
Conoce el consumo energético de cada dispositivo. No es nada nuevo, ya lo hemos hablado. Conocer cuanto consume cada aparato eléctrico nos permite ver si son eficientes y si merece la pena su uso o mejor, como inversión a medio y largo plazo, renovarlo. Para conocer el consumo existen pequeños dispositivos como Belkin Conserve Insight
Por último, el más sensato de todos los consejos para ahorrar energía y gastos, abrigarse. No se trata de ponerse el traje para ir a la nieve pero hay quien llega a casa con abrigo y quiere pasear por echa en pantalón corto.
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