Te has comprado un flamante monitor o televisor 4K UHD y te dispones a poner a prueba la calidad 4K que ofrece tu suscripción de Netflix. Sin embargo, te topas con una desagradables sorpresa y, pese a que sabes que tu serie favorita o película puede llegar a los 3.840 x 2.160 píxeles, no pasa de los 1080p.
¿Dónde puede estar el problema? ¿Cuál puede ser el cuello de botella que impide que no accedas al tope de resolución? Vamos a explicarlo.
Cosa de hardware, pero también de software
Vamos a entender que tienes contratado el plan Premium, el cual, con un coste mensual de 13,99 euros, es el único que ofrece acceso al contenido en 4K. También tienes un televisor con soporte para esta resolución y una conexión a internet apropiada(recomiendan 25 Mbps pero en mi caso con 12 Mbps que usaba eran suficientes).
El primer paso consisten en acceder a los "Ajustes de la reproducción" por medio de un PC en nuestra cuenta de Netflix. Accedemos al apartado "Configuración de reproducción" dentro de nuestra "Cuenta" y buscamos la opción "Mi perfil". Debemos marcar la opción "Alto" (el equivalente a UHD) y tener en cuenta que los cambios pueden tardar un tiempo en aplicarse. Este menú se encuentra en la parte superior derecha de la pantalla.
Acceso vía web
En caso de acceder a Netflix vía web, es importante determinar cuál es el navegador usado, puesto que sólo Microsoft Edge ofrece acceso al contenido en 4K. El resto de los navegadores limitan la calidad a 720p en el caso de Chrome, Firefox u Opera o 1080p en el caso de Safari en macOS o Internet Explorer.
Entendemos que nuestro equipo cuenta con Microsoft Edge y una versión reciente de Windows 10, por lo que la parte _software_ ya la cumplimos. Queda ver si contamos con el _hardware_ necesario, el cuál viene representado por una conexión compatible con HDCP 2.2 y un procesador Intel Core de 7ª generación o superior
Límite por el operador
Si llegados a este punto y cumpliendo con todos los requisitos, aún no tenemos acceso a la resolución 4K, puede que el problema esté en nuestro operador. Es interesante saber si puede estar limitando el ancho de banda, algo que podemos comprobar con herramientas como Netflix ISP Speed Index.
Veremos una serie de gráficos y cifras y en el caso que estas resulten demasiado bajas, no quedará más remedio que tirar de un VPN que "burle" las limitaciones que nos impone el operador de turno. Siempre podemos cambiar de compañía, pero ese proceso es más complicado.
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