Así funciona este ladrillo que mezcla aislante y un material centenario para mantener la temperatura de casa

Resiste altas temperaturas, aísla y se puede usar en cualquier construcción. La clave está en la terracota y la lana de roca hidrófoba

Isobric
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A la hora de climatizada la casa, lo normal en muchas ocasiones es pensar en sistemas de calefacción o aire acondicionado que permitan mantener la temperatura raya. Pero para disminuir la huella de carbono y cuidar el medio ambiente, lo mejor es en muchas ocasiones prevenir con antelación.

Ya hemos visto métodos para rebajar la temperatura en casa que por ejemplo hacen uso de pinturas que reflejan la luz del sol y métodos o sistemas de construcción que consiguen es la del exterior. En esta última dirección, se encamina este desarrollo que acabo de poner en el mercado la empresa Wienerberger.

Ya lo usaban hace siglos

Ladrillo Imagen | Wienerberger

La marca ha lanzado al mercado un nuevo ladrillo al que ha venido en llamar ISObric. Llega bajo la marca Porotherm Y se caracteriza por mezclar dos elementos que permiten rebajar la temperatura en el interior de las viviendas.

Por un lado es un ladrillo en apariencia normal pero que gracias a estar fabricado en terracota, adquiere una serie de prestaciones. La terracota es un material cerámico que ha sido utilizado durante siglos en la construcción debido a sus propiedades naturales de aislamiento térmico. Su capacidad para funcionar como aislante se debe a varias características:

La terracota es un material poroso con una estructura de pequeños poros y cavidades en su interior. Estos poros ayudan a atrapar y retener el aire, que es un buen aislante térmico. El aire atrapado en los poros ralentiza la transferencia de calor, lo que significa que la terracota puede actuar como una barrera contra el flujo de calor.

Por otro lado, la terracota tiene una alta inercia térmica, lo que significa que puede almacenar calor durante un período de tiempo antes de liberarlo lentamente. Esto puede ayudar a mantener una temperatura interior más estable, ya que absorbe el calor durante el día y lo libera durante la noche.

La terracota tiene una baja conductividad térmica, lo que significa que es un mal conductor del calor. Esto evita que el calor se transfiera fácilmente a través del material, lo que contribuye a su capacidad de aislamiento.

La terracota es un material no combustible y resiste altas temperaturas. Esto la convierte en una excelente elección como material de aislamiento en aplicaciones donde se requiere resistencia al fuego, como chimeneas y revestimientos de hornos.

Para terminar, la terracota es un material duradero que no se degrada fácilmente con el tiempo, lo que significa que su capacidad de aislamiento se mantiene a lo largo de los años.

Estos son todos los beneficios y propiedades de la terracota, un material que se utiliza comúnmente en la fabricación de ladrillos, tejas y elementos decorativos en la construcción.

En aplicaciones de construcción moderna, los ladrillos de terracota y otros elementos de terracota pueden utilizarse como parte de un sistema de aislamiento, combinándolos con otros materiales aislantes para mejorar aún más el rendimiento térmico de un edificio. Pero es que ahí no queda todo.

Una capa extra de lana de roca hidrófoba

Ladrillos Imagen | Wienerberger

Y es que ISOBric no es un ladrillo común, puesto que es el primer ladrillo de terracota de 20 cm que incorpora una capa aislante con lana de roca hidrófoba. Con esta mezcla se adapta a la Regulación Ambiental 2020 (RE2020).

Es un ladrillo que se adapta a cualquier tipo de construcción y que mejora el aislamiento gracias al empleo de tres filas de cavidades rellenas de un aislante a base de lana de roca hidrófoba.

La lana de roca hidrófoba es un material aislante que se fabrica a partir de fibras de roca natural, como basalto o diabasa, y se utiliza comúnmente en aplicaciones de construcción para proporcionar aislamiento térmico y acústico en edificios.

La característica "hidrófoba" significa que el material ha sido tratado para repeler el agua o ser resistente a la humedad. Esto es importante porque la lana de roca estándar, cuando se expone a la humedad, puede perder algunas de sus propiedades aislantes y estructurales... pero al ir en el interior del ladrillo queda protegido.

Además, este ladrillo tiene un peso inferior a 18,5 kg, lo que facilita su manejo en obra. La integración en cualquier edificación se ve potencial además por unas medidas estándar de 500 × 200 × 299 mm.

Vía | EcoInventos

Imagen portada | Wienerberger

Más información | Wienerberger

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