El 4K tiene una década, pero Netflix sigue considerándolo como algo “Premium”. Y Max también se quiere sumar al carro

Aunque no lo parezca, llevamos más de 10 años disfrutando de contenido en 4K. Si bien los primeros televisores en España con esta resolución comenzaron a aparecer sobre el año 2012, no fue hasta años más tarde cuando el formato comenzó a estandarizarse para el hogar, con nuevas películas y series en esta resolución y remasterizaciones de clásicos.

Transferir señales de vídeo 4K en streaming requiere una infraestructura bastante sólida de red. El ancho de banda necesario se multiplica respecto a vídeo en 1080p y otras resoluciones, y por ello los códecs y las diversas técnicas de compresión son muy importantes en este sector. Sin embargo, a pesar de este reto, para compañías como el tamaño de Netflix esto supone un esfuerzo mucho menor, sobre todo teniendo en cuenta que el precio por tener la capacidad de tener el ancho de banda necesario para ofrecer títulos en 4K ahora es muy inferior que hace unos años.

"Premium" para algunas, el plan de cada día para las demás plataformas de streaming

La coletilla de "Premium" tiene sentido porque se trata del plan más completo de Netflix. Y hasta hace un tiempo tenía más sentido aún, pues ofrecer contenido en 4K no era nada fácil. Sin embargo, hoy en día las compañías disponen de muchas más facilidades para ello, y si tu empresa tiene ya un nombre y una reputación, que el usuario tenga que pagar más para disfrutar de contenido en 4K empieza a perder el sentido.

Este debate me ha surgido tras ver los nuevos planes de 'Max', la plataforma que tiene por objetivo sustituir a HBO Max tras haberse completado la fusión entre Warner y Discovery. Si bien hasta ahora disfrutábamos de este servicio en un único plan de 8,99 euros al mes (o 69,99 euros al año) con 4K y todo tipo de lujos, la cosa podría cambiar si la estrategia elaborada por Warner para Estados Unidos se hace realidad también en España.

Si bien en Netflix los usuarios tienen varias opciones donde elegir, los planes siempre han resultado un tanto desequilibrados, ya que pagar Netflix de manera individual y sin reproducción simultánea significa disponer de características muy por debajo de lo que ofrecen otras plataformas en relación al coste de la suscripción. Recordemos que el plan Básico cuesta 7,99 euros al mes (720p y sin posibilidad de compartir), mientras que actualmente por un euro más tenemos todo el contenido y características desbloqueadas en servicios como Disney+ o HBO Max. Más económicas aún las tarifas de plataformas como Prime Video o Apple TV+.

En 2023, compañías tales como Netflix o Warner con su nueva 'Max', te están diciendo que tienes que pagar de más para ver contenido en 4K, algo que dejó de ser una novedad hace tiempo y que de hecho, si comparamos con las otras grandes plataformas de streaming, ninguna lo hace. Y es que tanto Disney+, como HBO Max (la actual), Prime Video e incluso Apple TV+, disponen únicamente de un plan en el que se incluyen todas las características. La excusa del ancho de banda ya deja de ser válida en la actualidad, sobre todo teniendo la envergadura de dichas compañías y las nuevas técnicas de compresión existentes.

Todos los planes de Netflix en la actualidad. Imagen: Netflix.

Netflix sigue considerando el 4K como algo "Premium", y el tema deja de tener sentido aún más cuando el 1080p de su servicio apenas alcanza los 1,8 Mbps de bitrate, una cifra increíblemente baja para la notable calidad de su imagen. El ahorro de costes ya lo tenemos ahí, en sus técnicas de compresión que hacen que el consumo de ancho de banda sea mucho menor.

Tasa de bits de Breaking Bad en Netflix a 4K. Imagen: Xataka

El tema sería muy distinto si el precio de sus planes fuese notablemente inferior, pero volvemos a recordar que su plan Básico, con 720p de resolución y sin reproducción simultánea, cuesta tan solo un euro menos que las propuestas de la competencia en 4K.

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Si lo vemos desde el punto de vista empresarial, esta estrategia les ha permitido invertir muchísimo dinero en grandes producciones y en contenido de alto nivel, haciendo que la plataforma creciese considerablemente. Sin embargo, parece que en algún momento acabaron tocando techo, y al limitar su presupuesto para ofrecer títulos atractivos, aunado a sus subidas de precio constantes y a sus restrictivas estrategias para con el usuario (limitar el uso de cuentas compartidas), se comienzan a ver las costuras en lo referente a pagar de más para ver contenido en 4K.

Netflix justifica esta subida además con más reproducciones simultáneas, sonido espacial, un aumento en el número de descargas para ver contenido offline y demás, algo que se agradece, pero que no todo el mundo desea y por tanto se deben de conformar con una resolución menor si quieren optar a un plan de menor coste.

Ahora Max se quiere subir a este carro, con tres nuevas opciones: 'Ad-lite', 'Ad-free' y 'Ultimate Ad-free', un concepto prácticamente idéntico al de Netflix. El primero de ellos es el más económico aunque con publicidad, mientras que el último mencionado es el único que cuenta con la posibilidad de ver títulos a 4K. La intención es que el servicio acabe llegando a España en 2024, y Warner ya tiene toda una estrategia formada en cuanto al contenido exclusivo de títulos en 4K y estrenos de cine para su plan más completo.

Y es que el anuncio de sus planes también estuvo acompañado de una serie de títulos que intentarán atraer a un buen número de usuarios a la plataforma, como el reboot de la franquicia de 'Harry Potter' en formato de serie televisiva o el spinoff de 'Juego de Tronos' situado 90 años antes de los acontecimientos de la serie original.

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