Cuando llega el calor, existen diversas formas con las que combatirlo. Tirando de métodos caseros que no requieren gastar dinero, eligiendo el ventilador más adecuado o si es posible, usando el aire acondicionado, el método menos económico y a la vez el más efectivo.
En el caso de tener un aire acondicionado ya instalado en casa, lo normal es que a no ser que tenga bomba de calor, haya estado parado durante los meses de frío y puede que en el momento de volver a hacerlo funcionar nos encontramos con que no enfría todo lo que debiera. Puede que sea necesario volver a cargarle el gas y esto es lo que debemos saber al respecto.
Fugas y filtraciones
Del gas que usan los aires acondicionados ya hemos hablado en otras ocasiones aludiendo al tipo de gas. Desde los más modernos y que tienen menor impacto en el medio ambiente, a los que usan los aires acondicionados más antiguos.
Además, hay que acabar con un falso mito cómo es el de las recargas periódicas. No deben efectuarse de forma periódica, pues a no ser que se presente una avería que provoque una pérdida de gas, este no tiene fecha de caducidad.
El gas es el principal elemento para hacer funcionar un aire acondicionado, puesto que es el encargado de transmitir el frío o el calor entre las unidades exterior e interior al pasar del estado gaseoso al líquido en el compresor y cambiando la temperatura al pasar por el condensador.
Si tu aire acondicionado tiene poco tiempo, lo normal es que salvo avería, no tengas que cargar de nuevo el gas. Este no se pierde o gasta con el paso del tiempo salvo que aparezca un defecto, haciendo que el aire acondicionado pierda efectividad y es entonces cuando puede presentar fallos que hacen necesario efectuar una recarga.
El fallo habitual (lo han vivido mis padres hace poco) es que el gas que circula por el sistema de climatización se pierda por la aparición de pequeñas fugas de gas por poros y filtraciones en los conductos del equipo de aire acondicionado o por una instalación que presente algún tipo de fallo.
El aire acondicionado puede presentar algunos problemas que nos hacen pensar que es necesario efectuar una recarga de gas. Si el aire no calienta o no enfría, además de poder derivarse de un problema con los filtros sucios, una avería del compresor o el ventilador de la unidad exterior, puede ser por falta de gas. Igualmente podemos ver como aparece escarcha en la unidad exterior o en el split o que este gotee cuando funciona. Estos son síntomas de una falta de gas.
En este caso es importante determinar primero cuál es la causa que puede provocar el fallo del aire acondicionado, y para ello lo mejor es acudir a un técnico especialista. Si este determina que hay un problema con la carga del gas, se debe efectuar una recarga, también por personal cualificado una vez reparada la avería que ha provocado el problema.
En este sentido, el precio varía en función del tipo de gas y de la cantidad necesaria. En Toshiba por ejemplo, ponen como media que "recargar el aire acondicionado de casa con gas R410a suele costar entre 100 y 200 euros", mientras que con gas R-32 tienen un coste ligeramente superior.
Imagen portada | Max Rahubovskiy
En Xataka SmartHome | He usado un "aire acondicionado portátil" de 36 euros para intentar refrescarme en la ola de calor. Este es el resultado
